Inspirada en un recuerdo de infancia, la cantante puentealtina reversionó el clásico de Franco de Vita y lo transformó en una cumbia cargada de identidad y sentimiento.
La cantante puentealtina Astrid Consentimiento, radicada en México, presentó su versión de Un Buen Perdedor, clásico de Franco de Vita. El cover, ya disponible en Spotify y YouTube, mezcla cumbia colombiana y chilena en una propuesta que busca transformar la nostalgia en alegría.
El origen del proyecto está en una escena de infancia. “Cuando tenía cinco años vi a mi mamá llorar mientras cortaba papas en la cocina. Me acerqué y descubrí que estaba sonando Un Buen Perdedor. Esa melodía se me quedó grabada”, relató la artista a Puente Alto al Día.

Ese recuerdo volvió a su memoria en la adultez. “Ahora que soy mamá, muchas veces me pasa lo mismo, estoy cocinando y me vienen esas imágenes. Sentí la necesidad de hacer algo artístico con ese episodio”, agregó.
De la nostalgia a la cumbia
Astrid decidió entonces compartir una interpretación íntima en TikTok, acompañada de su bajo acústico. La reacción fue inmediata: “La gente me empezó a contar recuerdos muy dolorosos, como mamás que lloraban con esta canción. Entonces pensé: ya hemos sufrido bastante y decidí llevar la canción hacia un estilo tropical, porque creo que hay mucha sabiduría en hacer feliz a la gente y hacerla bailar”, explicó.

La versión final fue realizada junto a su pareja y productor musical, Simón Farías, desde su propio hogar. El arreglo combina elementos de la cumbia colombiana y la cumbia chilena, aunque conserva la carga emocional en la voz.
En palabras de la cantante, la intención fue “derrochar sentimiento en la interpretación, pero también transmitir la dignidad que tiene la letra de Franco de Vita, cuando dice: ‘tú te vas, pero yo voy a estar bien’. Ese mensaje me gusta traspasarlo a quienes están viviendo un desamor”.

Astrid también destacó la novedad de cantar este tema desde una perspectiva femenina. “Creo que no se había hecho antes. Es distinto escucharlo en voz de una mujer y eso generó una conexión especial con muchas auditoras que se identificaron con la historia”, dijo.
Identidad y símbolos
El videoclip, grabado y editado por ella misma, refuerza su sello personal. En las imágenes recrea la escena de su madre cortando papas, aparece limpiando el baño y luce sus característicos tejidos de lana, un rasgo presente en su carrera desde hace dos décadas.
Incluso revivió un detalle que fue viral en redes: la “uña crochet”, un diseño creado por ella misma durante la pandemia. “Quise que también estuviera en el video porque forma parte de mi identidad artística”, señaló.
El cierre tiene un guiño a Chile: aparece una botella de vino nacional. “Nunca he abandonado mi chilenidad. No se me olvida que soy puentealtina, que crecí en la Población de la Papelera y que mis recuerdos están en la plaza y el Cajón del Maipo. Mostrar ese corcho que dice Chile fue una forma de reafirmar mis raíces”, afirmó.

Conexión con el público
El lanzamiento ha recibido comentarios positivos de seguidores de distintos países, quienes destacan la emoción de la propuesta y su autenticidad.
La artista ya ha sido reconocida por el público chileno a través de su paso por The Voice y el Festival de Viña, y hoy busca abrirse espacio desde Quintana Roo, México, llevando su música a una audiencia internacional.
“Para mí es importante integrarme a esta tierra, pero siempre seguir haciendo patria desde afuera”, concluyó.