La investigación del robo frustrado a un cajero automático de Pirque reveló un antecedente desconocido: la creación de un grupo de WhatsApp denominado «Pega» para coordinar la operación. El grupo a cargo de la ejecución del delito estaba compuesto en su mayoría por menores de edad, de entre 15 y 17 años
La madrugada del 23 de octubre de 2024 Pirque sintió el estruendo de una explosión que sacudió a vecinos y funcionarios de salud. Seis jóvenes, cinco de ellos menores de edad, hicieron estallar un cajero automático a un costado del Centro de Salud Rural El Principal para robarlo
Pero lo que más llamó la atención —y quedó plasmado en la sentencia de uno de ellos— fue la forma en que planearon el golpe: un grupo de WhatsApp creado para la ocasión, bajo un nombre tan coloquial como revelador: “Pega”.
Según la sentencia dictada este 24 de junio en el Juzgado de Garantía de Puente Alto, los seis imputados se coordinaron en ese chat para organizar roles, vehículos y la logística del robo.
En el fallo quedó establecido que “previo concierto y estando todos de acuerdo, se organizaron para cumplir distintas funciones y roles en el robo […] para lo cual crearon un grupo de WhatsApp denominado ‘Pega’ para su coordinación”.
Una madrugada violenta
Aquella mañana, pasadas las 5:00 horas, el estruendo sorprendió a quienes desempeñaban sus funciones en el centro de salud y a vecinos del sector. Con el método de saturación por gas, los sujetos intentaron arrancar el cajero, pero la detonación solo destruyó la máquina y causó heridas menores a dos trabajadores.
“Estaban al interior del consultorio y estamos viendo también qué tipo de lesiones tienen”, informó en aquel momento el coronel Robinson Villarroel, de la Prefectura Santiago Cordillera.

Además de la explosión, los delincuentes desplegaron una estrategia para retrasar a la policía: esparcieron miguelitos y cadenas con púas en los caminos que conectan Pirque con Puente Alto. Algunos incluso intentaron huir a bordo de un bus del transporte público para despistar.
“Instalaron miguelitos y, de esa manera, lograron llegar a este lugar, donde utilizaron una detonación y de esa manera poder ingresar al cajero”, describió el coronel Villarroel esa misma mañana.
La querella contra los responsables: el municipio se hace parte de la búsqueda de justicia
En el operativo, Carabineros detuvo a seis sospechosos: cinco adolescentes entre 15 y 17 años, y un adulto. Inicialmente, uno de ellos fue sorprendido mientras dispersaba miguelitos, pero poco después fueron capturados el resto.
Días después, la Municipalidad de Pirque interpuso una querella criminal, expresando así su voluntad de ser parte del proceso, con el objetivo de no dejar el delito impune.

Al momento de emprender esta acción legal, el alcalde (s) de Pirque, Carlos Mellado Yáñez, se pronunció en representación del municipio. Recordó que el cajero automático fue instalado gracias a las gestiones realizadas por la administración municipal en abril del 2022, y que representaba “una gran ayuda para los vecinos y vecinas ya que en la comuna sólo existía uno y estaba ubicado a 12 kilómetros de distancia de ese sector”.
“Somos una comuna muy tranquila, con una tasa de delitos muy baja. Estamos muy afectados por este delito y creemos que no debe quedar impune”, señaló, al presentar la querella criminal.
El robo no solo dejó daños materiales en el cajero y el centro de salud, sino también un vacío en los vecinos. El cajero, instalado en 2022 tras gestiones municipales, era el único disponible en la zona, ya que el más cercano se encuentra a 12 kilómetros.
La sentencia
Ocho meses después, la justicia comenzó a dar sus primeros veredictos. Este 24 de junio uno de los menores fue condenado por su participación como autor del robo frustrado, dos delitos de receptación y dos lesiones menos graves. La sentencia fijó para él seis meses de libertad asistida simple, sanción que se consideró cumplida tras los meses que ya había pasado en internación provisoria y con medidas cautelares.

En los fundamentos de la sentencia, el magistrado dejó constancia del plan detallado y la coordinación digital. Usaron tres vehículos con encargo por robo y distintos roles para la ejecución. “Llegaron hasta el cajero automático […] donde procedieron con distintos elementos como cilindros de gas a hacerlo detonar con la finalidad de sustraer el dinero que se encontraba en su interior, lo cual no lograron por la destrucción del cajero, dándose todos a la fuga”, se lee en el fallo.
Un caso que deja huella
Este caso no solo revela la violencia de una madrugada que dejó heridas físicas y materiales, sino también la deliberada planificación de un delito orquestado paso a paso. La distribución de funciones, la elección de un cajero aislado y sin protección policial, y las tácticas de escape con miguelitos y cadenas hablan de una logística fría y pensada, muy lejos de la improvisación.
Sorprende también que la ejecución de un asalto de estas características haya quedado a cargo de un grupo conformado en su mayoría por menores de edad.
El grupo “Pega” deja, además, una advertencia sobre cómo incluso las herramientas más cotidianas —un chat en el teléfono, un grupo de WhatsApp— pueden transformarse en el tablero desde el que se trazan delitos complejos, que desafían la capacidad de respuesta de la seguridad pública.

Fotos: Captura de pantalla Chilevisión / Municipalidad de Pirque