Colombiano de nacimiento y vecino de Puente Alto por elección, Michael Torres Suárez representó a Chile en el Mundial de Filtrados 2025
Compitió en Indonesia sin apoyo económico ni acompañamiento técnico. Aún así supo cautivar con su rutina inspirada en los elementos de la naturaleza
Su camino, lleno de aroma, perseverancia y comunidad, es una historia que nace en las montañas cafeteras y se expande taza a taza desde el sur del mundo
Desde las verdes montañas de Caldas, en el Eje Cafetero colombiano, hasta nuestra comuna de Puente Alto a los pies de la blanca cordillera, Michael Torres Suárez atravesó los Andes cultivando un viaje lleno de aroma, esfuerzo y propósito.
Hace 13 años llegó a Chile mochileando, con mil sueños y un objetivo claro: llegar a Nueva Zelanda para seguir practicando rugby. Pero el destino tenía otra idea para su vida. En el camino encontró el amor, una nueva vocación y una comunidad que, poco a poco, fue haciendo propia.
Hoy, con 34 años, este barista y tostador profesional acaba de representar a Chile en el Mundial de Filtrados 2025 World Coffe Championship, realizado en Yakarta, Indonesia. Lo hizo solo, sin su equipo técnico y sin apoyo económico, pero con la experiencia, la pasión y el temple que ha forjado entre granos, tostados y preparaciones.
Puente Alto al Día conversó con Michael tras su regreso del mundial, y en esta entrevista nos cuenta su historia, su vínculo con nuestra comuna y su visión sobre el café como expresión cultural, identidad y motor de comunidad.
Primero cuéntanos un poco de tí ¿Cómo influyó tu tierra natal en tu devoción al café?
Crecí en Manizales, rodeado de montañas cafetaleras, donde el café era parte del paisaje y de la vida diaria. Sin embargo, no fue hasta que emigré que comprendí su verdadero valor. En el exterior descubrí que el café, es más que una bebida: es identidad, historia y orgullo. Ahí nació mi devoción, al reconocer todo lo que representa para mi tierra y el trabajo que hay detrás de cada taza.

¿Cómo llegaste a Chile y a Puente Alto? ¿Podrías contarnos la historia de tu viaje?
Llegué a Chile mochileando por Sudamérica, con el deseo de vivir nuevas experiencias y con la meta de llegar a Nueva Zelanda para seguir persiguiendo mi sueño de jugar Rugby, deporte que ya practicaba en Colombia. Pero la vida me sorprendió con otros planes. En Chile conocí a la que hoy es mi esposa, me enamoré y decidí quedarme viviendo juntos en Puente Alto.
¿Cómo ha sido tu adaptación a Chile?
Al principio, como en todo cambio, hubo desafíos: nuevas costumbres, un clima distinto y estar lejos de mi familia. Pero poco a poco, fui conociendo la cultura, haciendo amigos y siendo parte de la comunidad.
¿Qué sientes que le ha aportado a tu vida y oficio vivir en Puente Alto?
Vivir en Puente Alto hace parte de mi vida en Chile. Es una comuna diversa, con una identidad fuerte y una comunidad resiliente. Eso me ha enseñado a valorar el esfuerzo, adaptarme a distintos entornos y tener una mirada empática sobre las distintas realidades que coexisten.

En 2019 tuve la grata experiencia de montar una cafetería móvil en el patio de mi casa, ofreciendo café de especialidad a los vecinos. Fue una linda forma de compartir mi gusto por el café y conectar con la comunidad. Con la llegada de la pandemia tuve que cerrar, lo que me llevó a reinventarme y seguir creciendo en el rubro desde otras formas.
¿A qué te dedicas actualmente?
Soy tostador y barista. Trabajo para una importadora de café en verde, que se llama Fincas del Mundo, y además, tengo mi propio emprendimiento: The Wolf Coffee Roaster @coffeethewolf Microtostaduría de café de especialidad.
¿Cómo es tu visión de la cultura del café?
Para mí, la cultura del café es más que una bebida; es una experiencia que une tradición, pasión y comunidad. Es fundamental promoverla para reconocer el esfuerzo que hay detrás y para disfrutar el café de manera más consciente y respetuosa.
Cuéntanos tu experiencia con el café y cómo llegaste a la competencia de filtrados
Mi historia con el café en Chile comenzó hace nueve años, cuando trabajé en Juan Valdez Chile y participé en mi primer campeonato de baristas. Sin embargo, fue en 2018 cuando dí el salto competitivo, al integrarme a los torneos organizados por la Asociación Nacional de Café (ANAPAC) y ExpoCafé Chile.
En 2022 logré el segundo lugar en el Campeonato Nacional de Filtrados, y al año siguiente obtuve el tercer puesto en el Campeonato Nacional de Baristas. Finalmente, en 2024 logré ser Campeón Nacional de Filtrados de Café Chile, ganando un cupo para representar a Chile, mi segundo hogar, en el Mundial de Filtrados, evento que reúne a los mejores baristas del mundo.
Cuéntanos sobre tu participación en el mundial de filtrados

Participé en el Mundial de Filtrados en Yakarta, Indonesia, donde compitieron representantes de un total de 50 países, lo que hizo de esta experiencia una oportunidad única para aprender, compartir y medir mi nivel en un escenario global. Fue un gran desafío ir sin mi equipo por falta de recursos económicos. Espero que mi experiencia ayude a difundir más este apasionante rubro y a generar mayor apoyo para los competidores.
¿Cuáles son tus próximos proyectos y metas?
El Mundial no es solo una meta cumplida, sino parte de un sueño mayor, por lo que seguiré compitiendo, trabajando para hacer crecer la comunidad cafetera y, por qué no, algún día tener mi propia finca cafetera en Colombia para continuar impulsando esta pasión desde la raíz.
Café, raíz y horizonte
Con el Mundial de Filtrados en el registro de su historia, Michael proyecta nuevos desafíos: volver a competir, seguir perfeccionándose y ampliar su trayectoria en el rubro del café de especialidad.
Lo vivido en Yakarta fue un logro personal, pero también un reflejo de cuánto se puede avanzar cuando hay pasión y dedicación. Falta ver si, hacia adelante, ese esfuerzo podrá contar también con más respaldo económico, logístico y comunicacional.
Michael encarna lo mejor de dos mundos: la riqueza del origen y la fuerza del camino elegido.
Fotos: Cortesía Michael Torres