La iniciativa tuvo el objetivo de promover prácticas preventivas en la comunidad y busca a futuro transformarse en un programa permanente.
En el marco de la Semana de la Prevención del Cáncer Oral, el Hospital Sótero del Río desarrolló la jornada “Hablemos del Cáncer Oral: Más Prevención, Más Vida”, una intervención comunitaria orientada a sensibilizar a los usuarios sobre esta enfermedad y sus factores de riesgo. La actividad se desarrolló con la Pontificia Universidad Católica de Chile, y tuvo la participación de profesionales del Servicio de Estomatología y estudiantes de Odontología.
Según explicó la doctora Verónica Palacios, Patólogo Oral Buco Maxilofacial del Servicio de Estomatología del centro de salud puentealtino, la iniciativa tuvo el objetivo de promover prácticas preventivas en la comunidad y, a futuro, transformarse en un programa permanente.

Cifras en aumento y diagnóstico tardío
En la jornada expuso además el director de la Agencia Nacional de Prevención y Control del Cáncer (ANACAM), doctor Sung H. Kim, quien entregó cifras actualizadas: 737 casos de cáncer de cavidad oral registrados en 2025 y 355 fallecidos por esta causa en 2022. La proyección nacional es que el país podría alcanzar 949 casos anuales al año 2035, en un contexto de envejecimiento poblacional y persistencia de factores de riesgo.
La especialista advirtió que en Chile la sobrevida a cinco años se mantiene en torno al 50%, afectada principalmente por el diagnóstico tardío. En el Sótero del Río, que atiende a una población mayoritariamente de estratos socioeconómicos medios y bajos, entre el 60% y 70% de los pacientes llega en estadios avanzados (III y IV), lo que implica tratamientos más complejos y menor pronóstico.
Factores de riesgo y señales de alerta
El consumo de tabaco continúa siendo el principal factor de riesgo, seguido por el alcohol de alta graduación y, en casos de cáncer de orofaringe, la presencia del virus del papiloma humano (VPH). También influyen la mala salud bucal, la irritación mecánica crónica —por dientes en mal estado o prótesis que lesionan la lengua— y, en el caso del cáncer de labio, la exposición prolongada al sol.

Entre las señales que deben motivar una consulta inmediata, la especialista mencionó cambios en el color de la mucosa, manchas blancas o rojas, heridas que no sanan en 15 días, bultos o nódulos sin causa aparente. “El examen más importante es el autoexamen de la cavidad oral”, destacó Palacios, indicando que debe realizarse mensualmente frente a un espejo, revisando labios, lengua, paladar y piso de boca.
Tratamiento y rol del equipo multidisciplinario
Aunque la cirugía continúa siendo el tratamiento inicial para la mayoría de los casos, hoy existen alternativas complementarias como la radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia, esta última disponible en el Sótero del Río, pero de alto costo. Palacios enfatizó la importancia del trabajo multidisciplinario, que involucra a cirujanos de cabeza y cuello, oncólogos, radioterapeutas, odontólogos, fonoaudiólogos, enfermeras, nutricionistas y kinesiólogos.
Desafíos: educación, acceso y autocuidado
Uno de los retos actuales es aumentar el conocimiento de la población sobre esta enfermedad. “La mayoría de quienes consultan nunca habían escuchado del tema”, señaló la especialista, destacando la necesidad de que las familias conversen sobre prevención y detección temprana.
Respecto al acceso, afirmó que existe la percepción de que los consultorios no entregan horas, pero aclaró que el cáncer oral es una condición prioritaria y que cualquier paciente con signos de alerta será atendido de urgencia y derivado si corresponde. “No es cierto que haya retrasos. Lo que falta es información”, subrayó.

Como mensaje final, Palacios llamó a la comunidad a empoderarse en el autocuidado, mantener una adecuada higiene oral, evitar el tabaco y realizar el autoexamen. “El personal de salud está comprometido. La mejor inversión es cuidarse: revisar la boca, tocar las puertas del sistema y perder el miedo a consultar”, señaló.



