El evento buscó instaurar la disciplina del atletismo y reforzar aprendizajes socioemocionales en un establecimiento que impulsa proyectos educativos pese a la falta de recursos.
El Liceo Chiloé realizó sus primeras Olimpiadas en el Estadio Municipal de Puente Alto, una jornada deportiva que buscó promover la disciplina del atletismo y reforzar valores como la superación personal y la tolerancia a la frustración entre los estudiantes, según explicó el Departamento de Educación Física y Salud del establecimiento.
La actividad —que permitió aumentar la participación de 6 a 10 estudiantes por curso gracias a fondos autogestionados— contó con apoyo externo para su ejecución. La empresa Metropol aportó con transporte desde la planta Juanita, mientras que la Dirección de Deportes de Puente Alto facilitó el estadio, materiales y premios. No obstante, la mayor parte de los recursos salió de la autogestión y del esfuerzo de la comunidad educativa y apoderados.

El profesor de Educación Física, Pablo Sandino Mera, valoró que estas instancias entreguen aprendizajes más allá del rendimiento deportivo. “Queremos fomentar el valor de la superación personal, de motivarse por objetivos y aceptar desafíos hasta el final”, señaló. “El atletismo nos permite trabajar estos elementos y promover hábitos saludables”.
Falta de recursos y esfuerzos de autogestión
El establecimiento, ubicado en la Villa Chiloé de Bajos de Mena, enfrenta dificultades para sostener actividades complementarias, debido a la falta de recursos en un contexto donde —según Mera— “94% de los estudiantes en enseñanza media y 96% en básica están en situación de vulnerabilidad”.

Esto ha llevado a que profesores y familias financien de forma directa excursiones, traslados y participación en competencias externas mediante rifas, completadas y donaciones. “El esfuerzo es altísimo. Los recursos terminan saliendo de los bolsillos de la comunidad”, explicó el docente, quien advirtió que sin estas gestiones “los estudiantes seguirían perdiendo oportunidades”.
Entre las instancias que no pudieron concretarse por falta de presupuesto se cuentan la participación en el Congreso Escolar de Agronomía (CENA), el campeonato anual de matemáticas y el desafío TC de Ingeniería y Ciencias de la Universidad de Talca.
Proyectos paralelos y un sello ecológico en desarrollo
Además del área deportiva, el liceo impulsa iniciativas educativas con apoyo externo. Una de ellas es el taller de huerto escolar, coordinado por el profesor Javier Díaz y apoyado por la Universidad Católica a través del programa Explora. El proyecto ha recibido charlas de capacitación, donación de plantas y acompañamiento para iniciar el proceso hacia un sello ecológico.

Según el docente, el taller se ha convertido en un espacio de contención para estudiantes que no siempre destacan en el aula. “Ha generado un espacio de calma y conversación. Muchos han fortalecido su autoestima y confianza”, indicó Mera.
El establecimiento proyecta ampliar este sello ecológico hacia la comunidad cercana, recuperando espacios públicos y promoviendo conciencia ambiental.
Un año marcado por logros pese a la adversidad
Entre los hitos recientes mencionados por el profesor figura la participación de un grupo de estudiantes en el Congreso de Astronomía de la Universidad de La Serena, viaje que también fue financiado mediante rifas y actividades solidarias. El equipo obtuvo el primer lugar y fue invitado a representar al liceo en Medellín, Colombia.
“Las estudiantes demostraron que sus capacidades no tienen límites”, afirmó Mera, destacando el impacto motivacional que ha tenido este logro en la comunidad escolar.

Motivación, pertenencia y expectativas
Pese a las adversidades, el establecimiento afirma que sus estudiantes mantienen una fuerte identificación con el liceo, al que muchos consideran un espacio seguro frente a problemáticas familiares graves, como violencia, hacinamiento o abandono.
“No dejamos de buscar nuevas experiencias de aprendizaje. Queremos formar de manera integral a nuestros estudiantes”, sostuvo Mera. “Nuestro desafío es romper los esquemas del modelo educativo actual y visibilizar el talento de nuestros niños y jóvenes”.
El docente sintetizó el espíritu del liceo en una frase: “Ser mejores cada día”. Y sobre el propósito de estas primeras Olimpiadas, agregó: “Queremos visibilizar el talento de nuestros estudiantes y funcionarios, y recibir el apoyo necesario para seguir potenciando a nuestra comunidad educativa”.




