Eliana Rodríguez ejerció funciones por cuatro décadas en unidades de oncología pediátrica, tanto en Hospital Sótero del Río como en el Josefina Martínez.
Doña Eliana Rodríguez nació el 6 de diciembre de 1946 en la Casa de Socorro, hoy Consultorio Alejandro del Río, por lo que es una puentealtina de tomo y lomo. Es la tercera hija (de 7 hermanos) de un matrimonio que vino desde el sur buscando mejores oportunidades, llegando primero a Santiago para luego asentarse definitivamente en el sector de la Población El Esfuerzo en la capital provincial.
“Mi educación básica la cursé en una Escuela púbica que funcionaba dentro de la Fábrica Textil Victoria, y en la media estuve en el Liceo A115”, señala. Eso sí, dice que no alcanzó a terminarla, puesto que se vio interesada en tomar un curso de auxiliar de enfermería, a los 17 años. Fue así como el año siguiente, en 1968, entra a trabajar en lo que actualmente es el Complejo Hospitalario Dr. Sótero de Rio, “que era antiguamente el Sanatorio el Peral”, agrega.
De esta forma, llega a desempeñase en la sección de oncología pediátrica, en donde desarrolló funciones por 40 años, toda una vida prácticamente, guardando los mejores recuerdos de sus “pequeñitos”, así como de sus colegas y las actividades que tomaban lugar en el recinto hospitalario.
“Se puede decir que vi como el Sótero fue creciendo, hasta ser el gran hospital que es en la actualidad. Recuerdo comencé yéndome al trabajo en un trencito a carbón y la jubilarme, me fui en un tren eléctrico”, dice entre risas, y que “al cumplir los 60 años, decido retirarme, puesto que no quería que los niños vieran a una persona ya tan viejita. Ellos eran los reyes pues, y nosotros sus súbditos, encargados de entregarles una buena y cercana atención, con mucho cariño”.
Asimismo, tiene palabras de agradecimiento para con el hospital, ya que le entregaron las oportunidades para desarrollarse profesionalmente, alcanzado el nivel superior de enfermería. En el Sótero, doña Eliana también destacó por ser dirigente de la FENATS, y por su activa participación en los aniversarios. “Una vez, me acuerdo, me disfracé de Blancanieves, y los niños de oncología fueron mis enanitos. Fue algo muy lindo”, sostiene.
Comenta que posteriormente la unidad de oncología pediátrica se trasladó al Hospital Josefina Martínez, cuando el Sótero empezó a contar con más especialidades, lo que para ella fue un cambio “bien grande, pues se fue del recinto un servicio que ocupaba dos pisos, a ser prácticamente un hospital completo. Creo que fue para mejor, ya que así se pudo entregar una mayor calidad de atención a los vecinos”.
SU QUERIDO CLUB DE ADULTO MAYOR
Actualmente, doña Eliana es la presidenta club de adulto mayor Alegría de Santa Faustina, cuyas reuniones se llevan a cabo en la sede el Centro de Extensión del mismo nombre los días viernes por la tarde. Tras una vida en el sector de la salud, con turnos y trabajo a veces muy agobiantes, afirma que hoy se dedica a disfrutar y descasar, y en enfocar sus esfuerzos en su querida agrupación de la tercera edad.
“Ha sido una muy linda experiencia el ser dirigente de club. La pasamos muy bien, hemos ido a paseos, nos hemos adjudicado varios fondos, tanto municipales como de Senama, y siempre nos hemos sentidos apoyadas por la autoridades. En agosto cumpliremos ya 5 años de vida, y esperamos seguir creciendo”, concluye.