Rodolfo Carrasco tuvo que dejar de trabajar para así poder entregar los cuidados necesarios a su esposa.
¿Qué pasó?
35 años lleva Rodolfo Carrasco junto a Margarita Peñaloza, 13 de éstos como matrimonio. Ella era una destacada dirigenta del sector de la Población El Mariscal en Puente Alto, y miembro de una Iglesia Cristiana, por lo que destacaba por su vocación de ayuda social.
Hace ya unos dos años, Margarita comenzó a experimentar síntomas de vértigo, y le costaba mantenerse en pie: esto fue avanzando hasta que fue diagnosticada de ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, y causa pérdida del control muscular.
Ésta a menudo comienza con fasciculaciones musculares y debilidad en una extremidad o dificultad para hablar. Eventualmente, la ELA afecta el control de los músculos necesarios para moverse, hablar, comer y respirar. Lamentablemente no existe cura hoy aún esta enfermedad es mortal.
¿En qué estado se encuentra?
“Tuvimos que hacer exámenes de forma particular pues en los hospitales las horas eran para muchos meses más”, comenta su marido. “Ella hoy está en casa, no puede caminar y ya no habla. En mi caso, dejé de trabajar en lo mío, en estructuras metálicas, para poder cuidarla y alimentarla. Somos los dos no mas en el hogar”, agrega.
Carrasco comenta que gracias a la ley Ricarte Soto (que entrega protección financiera a condiciones específicas de salud, tales como enfermedades oncológicas, inmunológicas y raras o poco frecuentes), ha podido solventar parte de los tratamientos y medicamentos, pero pese a ello, el dinero se hace muy escaso. “Hemos tenido que recurrir a los retiros del 10% de las AFP por ejemplo, y a los ahorros guardados, pero ya se nos están acabando. La pensión de ella es de solo $ 120 mil pesos, y eso no nos alcanza”.
¿Qué tipo de ayuda?
Eso sí, agradece la ayuda que la Municipalidad de Puente Alto le entrega en mercadería y pañales, pero que no alcanza a cubrir dice, las necedades totales. También espera que la oficina de discapacidad vaya a adecuar una pieza con baño para Margarita, pues cuenta fueron hace un tiempo a tomar las medidas, pero aún no se concreta la instalación.
“Si alguien puede ayudarnos con lo que sea de su parte, se lo agradeceremos enormemente. Personalmente hay días que amanezco muy estresado, pues estoy yo solo a su cuidado… He tenido que aprender a preparar comidas especiales para ella, ¡y menos mal que le pego a la gastronomía!, pues por su condición no puede ingerir cualquier tipo de alimentos, y más encima, es diabética. Pero acá estamos junto a ella, en las buenas y en las malas”, concluye.
Para contactar a Rodolfo Carrasco, puede hacerlo al fono/whatsapp +569 3526 8846