El delito tuvo connotación de “reiterado” en contra de un adolescente de 14 años, que al momento de comenzar los vejámenes era solo un niño de 9 años de edad.
¿Qué pasó?
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a cinco años y un día de presidio efectivo a Juan Alberto Toro Miranda, por el delito reiterado y consumado de abuso sexual de un menor de 14 años de edad.
Los actos fueron cometidos entre los años 2014 y 2018, en la comuna de San Vicente de Tagua Tagua, región de O’Higgins.
Decisión unánime
En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Raúl Baldomino Díaz (presidente), Carolina Garrido Acevedo y Marcela Paredes Olave (redactora)– aplicó, además, a Toro Miranda las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena; más el pago de las costas del juicio.
En la causa, el tribunal impuso además algunas penas accesorias como la interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oído como pariente en los casos que la ley designa; la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal; la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con menores de edad y la prohibición de visitar el domicilio de la víctima y de acercarse a ella y su familia en un radio de 300 metros.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
“Con la prueba rendida y ya analizada se acreditó el delito de abuso sexual en carácter de reiterado, por cuanto se probó que en ocasiones distintas y acciones diversas el acusado agredió sexualmente a la víctima”, delitos que comenzaron en 2014, cuando tenía solo 9 años de edad, consigna el fallo.