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Silvana Salazar: una emprendedora puentealtina que echó exitosas raíces en Isla de Pascua

La joven con tan solo 23 años dejó todo en la comuna y emprendió vuelo hacia un lugar donde no contaba con conocidos, y se arriesgó en pro de aventuras, vivencias y una mejor calidad de vida.

Para nadie es ignorado que Chile se suma a la crisis que enfrenta el mundo actual. Un factor preponderante ha sido la pandemia que azotó con todas sus fuerzas a millones de personas y generó diversas pérdidas, desastres a nivel económico y la recesión que cada día afecta el bolsillo de la ciudadanía.

Silvana, una joven puentealtina que actualmente tiene 29 años, partió con un saco de sueños el 2016 hacia el territorio de Rapa Nui, a explorar un mundo nuevo, con una diversidad cultural abismante, puesto que antes de la existencia del Covid-19, los viajeros alcanzaban un número de 160 mil al año.

Al momento de emigrar del caótico Puente Alto, Silvana se había recibido de Trabajadora Social, vivía en la comodidad de un hogar, donde la crió su madre y abuela, sin embargo, la joven tenía ansias de triunfo, como también cumplir ideales que arrastraba desde niña, porque se había forjado metas y trazado objetivos.

La única mujer de tres hermanos residía en Casas Viejas, estudió en la escuela Consolidada y al momento de terminar su carrera, jamás la ejerció, dada la manifiesta inquietud de viajar. Al respecto, señala: “Necesitaba salir de Puente Alto, porque sentía que no había tantas oportunidades como para nosotros los jóvenes, quería otra cosa para mí”.

INICIO DE UN SUEÑO

No fue fácil la planificación en la concreción del propósito de Silvana, con una familia de esfuerzo, debió costear los gastos que implicaban establecerse en la Isla de Pascua.

La reacción de una madre preocupada no fue de las mejores, ya que según cuenta Silvana: “Mi mamá me decía por qué me iba, si tenía todo en la casa, además como soy la única mujer, era peor, pero yo quería saber cómo sobrevivir sin ella y las comodidades de mi casa”.

En principio, concertó solo un tiempo de vacaciones a Rapa Nui, para conocer sus costumbres y el territorio mismo, proyectándose seis meses; para lograr lo anterior se desempeñó durante un año en diferentes oficios, como digitadora y garzona, entre otros.

            Fue así como aterrizó en un lugar nuevo, que, si bien es parte de Chile, sus tradiciones son diametralmente opuestas a lo que el “conti” (como catalogan los isleños a las personas de afuera de su territorio) está habituado.

TRABAJÓ COMO MUCAMA EN HOTEL HANGA ROA

La suerte la acompañó desde un principio a esta joven soñadora, dado que fue aceptada para desempeñarse como mucama en el prestigioso hotel Hanga Roa, el único que ostenta cinco estrellas en la isla.

Fueron cinco años de constante sacrificio, y mientras trabajaba como empleada del citado lugar, conoció al que ahora es su marido, un chef iquiqueño que compartía el gusto de la aventura y nuevos caminos.

Tras la llegada de la pandemia se vio obligada a renunciar, debido al cierre de fronteras, que restringió en un 100% la visita de paseantes.

MATRIMONIO ANCESTRAL

Silvana Salazar y Rodrigo Contreras, ambos llegaron a probar suerte, jóvenes y ávidos de comerse al mundo. Se conocieron mientras la puentealtina era camarera y él chef de un restaurante de comidas tradicionales, se casaron bajo un ritual que se ha transformado en una opción para aquellas personas que buscan una conexión con el mundo andino y el universo, una ceremonia celebrada por ancestros.

Luego recibió la noticia que esperaba a su hijo Amaro, que hoy tiene dos años. Junto a los logros obtenidos, más el nacimiento de su retoño, Silvana estima que la isla creo me llamó, tengo playa, campo, tengo todo, también mayor tranquilidad para el cuidado de nuestro bebé”.

UN ACIERTO EN LA TOMA DE DECISIONES

Transcurría marzo de 2020 y se declara oficialmente la pandemia en Chile. “Nos vimos acorralados, teníamos un bebé y había que inventar algo, acá todo es súper caro, se nos dio la oportunidad de adquirir un carro de comida”, recordó la ahora emprendedora.

El gobierno del otrora presidente Sebastián Piñera había dispuesto diversos bonos para paliar la falta de ingresos, debido a los despidos que gradualmente comenzaron a proliferar en el país.

Con tales ayudas, más los retiros del 10% la joven pareja se arriesgó con el food truck (nombre inglés como se conocen también los carros de comida), comenzando a dilucidar, el producto a ofrecer. Cabe destacar que solamente lo comercializarían hacia la gente local, con la incertidumbre que genera todo tipo de inicio de un negocio.

“Se nos ocurrió hacer empanadas, pero no las cotidianas, queríamos destacar con algo único, fuimos haciendo distintas pruebas, hasta que llegamos a la empanada de ceviche”, asegurando Silvana que es su producto estrella.

EMPANADA DE CEVICHE ROBÓ LOS PALADARES

Al respecto de cómo nació la idea, la mamá de Amaro comenta: “Con mi esposo estábamos almorzando y habíamos preparado ceviche el día anterior, y en esa misma ocasión hicimos empanadas al horno, entonces fuimos probando el ceviche en la masa, de verdad fue una explosión de sabores”.

Al primer día que comenzó en funcionamiento el food truck, la empanada frita de ceviche causó furor entre los clientes. Un producto único, diferente y como dice su creadora, con una explosión de sabores, esta preparación en conjunto con su marido Rodrigo, ha entregado satisfacción, alegría y por no decir también, cuantías monetarias a este matrimonio con el bebé de dos años.

Asimismo, han logrado contribuir a dar trabajo a los residentes de la isla, actualmente su equipo consta de cinco personas. Por su parte, la materia prima la consiguen netamente con pobladores, sin tener la necesidad de encargar a las grandes ciudades.

El carro de comidas está situado cerca del aeropuerto de Rapa Nui, es un lugar céntrico, donde también se encuentran desplegados dos negocios más, uno de sushi y otro de venta de hamburguesas. “Para nosotros es un orgullo que la gente venga directo y nos felicite”, confiesa Silvana, añadiendo que “hemos crecido como emprendedores, no teníamos idea y nos vimos con los brazos cruzados, le dimos en el clavo”.

PLANES A FUTURO

Entre los próximos proyectos, sin lugar a dudas está el de expandirse, quizás a Santiago o a otras regiones, también el sueño del matrimonio es tener un restaurante.

            Si bien ambos dicen sentirse plenos con la experiencia en la isla y por la familia que conformaron, creen que en algún momento deberán emigrar, para lograr obtener una casa propia, ya que “para nosotros que no pertenecemos acá, es imposible adquirir bienes”, indica Silvana.

Con relación al consejo que les daría a los emprendedores de la comuna, la joven madre expresa: “Principalmente que hay que arriesgar, estar ahí; nosotros hemos trabajado duro día y noche, le hemos entregado mucho cariño, amor y esfuerzo, le dije a mi esposo que nos subimos ahora y no nos bajamos más, ese fue nuestro plan”, revelando por último, que será una sorpresa para su madre y abuela, el reportaje de PALD: “Va a ser muy lindo que lo lean, porque son las mujeres que me criaron, quiero que se sientan muy orgullosas de lo que he logrado”, concluyen.

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