Disgustados se encuentran los conductores de vehículos motorizados, debido al atochamiento producido en horas peaks.
¿Qué sucede?
Hace alrededor de tres semanas se instaló la discutida señalética que, en primera instancia, beneficiaría a los vehículos cuya dirección iría de norte a sur hacia la salida Domingo Tocornal. Sin embargo, esta medida en vez de solucionar los problemas de desplazamiento vial, ha conseguido prolongados tacos, en donde las quejas son continuas en contra del “disco pare”.
La congestión vehicular comienza en las mañanas, desde las 5 hasta las 10 horas; mientras que en las tardes, su inicio es a las 18 horas, terminando cercano a las 21 p.m.
Según relatos de los propios conductores, es una travesía el regreso hacia sus hogares, especialmente desde las 19 horas; su molestia se torna mayor, al criticar las altas sumas de dinero desembolsadas en autopistas, las que día a día encarecen con los llamados “tags”, entregando un deplorable servicio a sus usuarios.
También han presenciado trifulcas en menor grado, producto del estrés que significa la imposibilidad de retornar a sus casas en forma satisfactoria. Recordemos que la pandemia sumó un problema de salud mental adicional a las personas, en donde los índices de tolerancia han menguado considerablemente.
Las ventas de automóviles crecen a pasos agigantados
Esta comuna es la más habitada de Chile, donde la población supera los 700.000 habitantes, en donde un vasto porcentaje se traslada hacia otras zonas del área capitalina hacia su lugar laboral. Con la llegada de la red de metro a Puente Alto en el año 2005, el tráfico vehicular se redujo, pero luego vino la facilidad de obtener vehículos a través de atractivos créditos, los que fueron aumentando gradualmente hasta el presente.
La pandemia fue colapsando el mercado automotriz, en donde se estima que en el primer trimestre de 2022, se habrían vendido más de 37 mil unidades nuevas.
REALIDAD DE NUESTROS VECINOS
Alejandra Pineda vive en villa Los Silos. Debe acudir a su trabajo al centro de Santiago todos los días; hace unos años adquirió un vehículo, dada la comodidad de visitar a sus clientes. La ejecutiva bancaria comenta a PALD que “cuando empezó la pandemia y vinieron las cuarentenas, a todos nos afectó enormemente en lo relacionado a lo laboral. En el mundo de las ventas, la comunicación con el cliente es primordial, porque la confianza está en el contacto cara a cara”. Sigue su relato, recordando que ella y sus compañeros debieron aprender nuevas herramientas, para el contacto a través del teléfono e internet, donde las firmas se convirtieron en digitales. Alejandra opinó: “Es una nueva era en la tecnología, pero si me preguntas cual prefiero, obvio me quedo con atender presencialmente a mis clientes”.
A su vez, cuenta que estaba súper ilusionada cuando adquirió su auto a finales de 2019, el que recién pudo utilizar hace algunos meses, dados los problemas que involucraron suspensiones y cancelaciones de horas para rendir el examen de conducción. Cuando por fin lo logró, su decepción fue mayor, por culpa de los constantes atochamientos que se producen en Puente Alto, sobre todo en las salidas de las autopistas.
Una ex vecina de la comuna, de nombre Ester Quintana, justamente se mudó a Macul, pensando que el tráfico era menor en comparación a Puente Alto. Hace un par de meses se fue junto a sus dos hijos a un departamento, donde dice estar más tranquila, ya que el colapso mental y el malhumor que desataban los problemas de tránsito en Puente Alto, eran insoportables. Ella ejerce el trabajo de colorista, por lo que recibe a sus clientas en su hogar, o en ciertas ocasiones también acude a los lugares que fijan las interesadas. Ester señaló: “Cuando vivía en Puente Alto tenía auto, y en verdad por un tema de protección por la pandemia, viajaba en él para todos lados, mi horario es libre, pero recuerdo cuando tenía que regresar de casa de alguna clienta en el horario peak, era atroz. Utilizaba la salida Domingo Tocornal, fijo me demoraba más o menos 20 minutos a media hora en un trayecto que con normalidad, no sobrepasaría los 5 minutos”.
Patricio Muñoz reside en el sector de Las Achiras. Tiene su taller mecánico en San Joaquín y viaja justamente en la hora punta y regresa, bajo la misma situación. Opina que desde que instalaron la comentada señalética pare “el problema del taco fue mayor”. Argumenta que tal medida fue equívoca, porque si antes demoraba media hora, hace tres semanas, se ha redoblado el tiempo en tráfico. “Yo me considero un tipo tranquilo, pero he presenciado agresividad de parte de algunos conductores, hacia los funcionarios del peaje, que en realidad no tienen la culpa, son esforzados trabajadores que siguen órdenes de sus superiores”.
Es recomendable, con la finalidad de acortar el tiempo, hacer un llamado hacia los conductores, que al momento de pagar, lo hagan con lo justo, ya que algunos cancelan con billetes de $10.000 o $20.000, que a la larga perjudica a las cajeras en la contabilización del cambio, acrecentando más aún más la espera.
Juan Esteban González, es otro conductor que viaja a diario por la autopista, desde y hacia a Puente Alto, pero dice que al principio tenía opinión encontrada con el cambio de la señalética “pare”, pero ahora la haya acertada, “mire, yo viajo en la mañana y en la hora de mayor congestión, en la tarde, pero como la trifulca es enorme, ya me he hecho el ánimo de estar en tacos, pero también he visto en esa esquina mucha pelea y choques, por eso sería muy apropiado que se vea otra mejor opción para un cruce tan peligroso”, señala.
Hasta ahí la opinión de los puentealtinos refiriéndose al cruce más concurrido de la ciudad y también unos de los más peligrosos, que merece la preocupación de quien corresponda.