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“Seguimos hablando de balas locas y mi hija aún no tiene Justicia”

Casandra Peredo, madre de Agustina Pascale Soto Peredo, muerta por una denominada “bala loca” en enero de este año, está empeñada en obtener Justicia y en este camino está organizando una jornada de protesta.

En conversación con “Puentealtoaldía.cl” indicó que su intención es visibilizar que inocentes siguen muriendo por balas locas  y pocas veces se termina condenando a los responsables. “Yo estoy haciendo un llamado para un cacerolazo en todas las comunas, que se condene a las penas máximas a los involucrados y ojalá que exista una ley que sancione con fuerza”, indicó.

Casandra planteó que la idea es que el próximo 26 de octubre, a las 20:00 horas, se realice un cacelorazo, que también se está coordinando con familiares y vecinos de calle Nocedal (lugar donde se produjo el hecho). “No queremos más muertes de niños inocentes”, planteó, indicando  que “seguimos hablando de balas locas y mi hija no tiene Justicia”, haciendo referencia a la reciente muerte de Baltazar, de 9 meses, en la comuna de La Pintana.

Cabe señalar que cuando se producía la despedida de Baltazar, hecho por el cual no hay detenidos, se denunció otra situación similar, también la comuna de La Pintan

Agustina Pascal tenía un año y nueve meses cuando a consecuencia de una bala loca falleció en la urgencia pediátrica del Hospital Sótero del Río.

El hecho policial en el que inicialmente la pequeña resultó herida de gravedad, se produjo a las 22:30 horas del viernes 25 de enero cuando en compañía de una tía y de una prima de cuatro años, se encontraba en las puertas de su domicilio ubicado en calle Nocedal. En la arteria también estaban otros menores y adultos, los que resultaron ilesos tras la intervención de un grupo de antisociales que abrieron fuego indiscriminado.

En detalle y de acuerdo a los antecedentes con los cuales trabaja la policía, hasta el lugar  llegaron dos vehículos particulares, de los cuales descendieron una cantidad indeterminada de personas. Su intención era enfrentar a una joven de nombre “Camila” con la que tenían problemas previos, pero junto con una serie de amenazas, uno o una de los involucradas sacó un armamento semi automático, procediendo a disparar en diferentes direcciones.

La niña fue alcanzada en el abdomen, mientras que otro vecino de 27 años, también fue alcanzado por un disparo en una de sus piernas sin tener arte ni parte en el conflicto. Ambos fueron llevados al Consultorio San Gerónimo, para posteriormente ser derivados a la urgencia del Hospital Sótero del Río.

El, identificado como Víctor V., se recupera satisfactoriamente, pero Agustina, a quien de cariño le llamaban “La Gitanita”, falleció  a consecuencia de la gravedad de las lesiones que le provocó el disparo.

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