Los detenidos admitieron haber sacado las armas de un recinto militar.
En una decisión tomada hoy, el teniente Eduardo Muñoz y el cabo Carlos Parada, ambos en servicio activo del Ejército, quedaron en prisión preventiva por su presunta participación en tráfico de armas de guerra.
La medida también se aplicó a Juan José Sepúlveda, el único civil entre los cinco detenidos, quien se desempeñaba como vendedor de lanzacohetes AT4 a través de la red social Facebook.
Los cabos Raquel Delgado y Javier Tapia, por su parte, quedaron con arresto domiciliario nocturno como parte de las disposiciones cautelares. Estos hechos surgen en el marco de las investigaciones lideradas por la PDI y la Fiscalía Metropolitana Occidente.
La indagatoria incluyó allanamientos en cinco domicilios de la Región Metropolitana, donde se incautaron tres armas de uso bélico, dos escopetas de distintos calibres, una pistola Glock y munición balística.
El subprefecto Juan Pardo, de la PDI, confirmó que los detenidos “renunciaron a su derecho a guardar silencio” y admitieron haber sacado las armas de un recinto militar.