La joven puentealtina resultó electa recientemente presidenta de la Federación de Estudiantes UC, representando al movimiento Nueva Acción Universitaria (NAU).
El lunes 6 de diciembre en el Aula Magna de la Casa Central de la Universidad Católica, asumió el mando de la Federación de Estudiantes UC Maite Estay Casanova, estudiante de tercer año de Ingeniería Civil PUC, convirtiéndose en la séptima mujer en ostentar dicho cargo y la primera con gratuidad en la educación superior.
Maite, oriunda de Puente Alto, y representante de Nueva Acción Universitaria (NAU) es una mujer que se define como feminista y apasionada por la ciencia: en marzo 2018, participó del Campamento Científico Bayer Kimlu en el sur del país -que busca formar a la próxima generación de líderes en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas de Latinoamérica- siendo una de las 40 seleccionadas de un total de 500 estudiantes que postularon.
“Desde muy pequeña estuve involucrada en el mundo de la ciencia, participando de ferias científicas, haciendo investigaciones, etc. Cuando fui parte del Campamento Científico Bayer Kimlu, tuve la oportunidad de postular mediante una vía de admisión especial a la UC y a la carrera de Ingeniería Civil a través de la Admisión de Científicos a Emprendedores (NACE), como beneficiaria de gratuidad. Además, me entregó herramientas para empoderarme en el liderazgo, y para marcar historia en los procesos tan importantes que vive Chile hoy”, comenta Maite en conversación con PALD.
BÚSQUEDA Y CONVICCIONES
-Maite, ¿qué sensaciones de dejó la ceremonia en la que asumiste como nueva presidenta de la FEUC?
-Primero, cuando vimos los resultados de las votaciones, y que ganamos, fue una tremenda emoción, pues más de 7300 compañeres confiaron en nuestro proyecto. Y ese día en especial, al asumir, sentí una gran responsabilidad sobre mis hombros, de saber que me iba a tocar liderara a una federación inmersa en un contexto histórico, del que debemos hacernos parte, y no dejarlo pasar por fuera de nuestros campus, para que así juntos podamos construir una nueva UC para un nuevo Chile, para que también el sueño de una UC, más empática, abierta a la realidad del país y de sus estudiantes, se haga realidad. Y que a la vez, realidades como la mía, una estudiante de Puente Alto, con gratuidad en la educación superior, no sea una excepción.
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