Macarena Bravo es Cientista Política y experta en Educación. Hija de un feriante y de una asesora del hogar. Gracias a su esfuerzo y el de su familia, se convirtió en la primera mujer profesional. Actualmente es prosecretaria del Partido Republicano, porque José Antonio Kast le pidió especialmente sumarse al proyecto de Reconstruir Chile. Actualmente aceptó el desafío del Consejo Constitucional para representar historias como la suya, para asegurar que Chile siga siendo Chile y para que las personas puedan vivir sin miedo.
Su principal bandera es la seguridad. Quiere consagrar el derecho a vivir sin miedo de las personas, que es el derecho a la seguridad. Comenta que hoy estamos viviendo una crisis de seguridad, violencia y delincuencia nunca antes vista. Los narcos se tienen tomadas las calles y han secuestrado las vidas de las personas. Eso tiene que cambiar. Su padre ha tenido que escapar de dos balaceras en la feria y el miedo que sienten todas las personas, la cual ella siente de la misma forma.
En el Consejo Constitucional quiere establecer que el narcotráfico y el crimen organizado sean atentado a la seguridad nacional, para que se ocupen todos los recursos posibles en combatirlos. Además, desea sentar las bases para terminar con la inmigración ilegal y expulsar a todos los inmigrantes que delinquen. Y, por último, proponer la creación de una Defensoría de las Víctimas, para que de una vez por todas se proteja a las víctimas y no a los delincuentes.
En cuanto a derechos fundamentales, quiere promover la libertad de elegir. En salud, un sistema de salud integrado que permita terminar con las listas de espera. Una educación de calidad, que no esté secuestrada por los narcofunerales y que permita a los padres elegir la educación de sus hijos. En pensiones, que los trabajadores sean dueños de sus ahorros y los puedan heredar. Y también defender el derecho a la vida del niño que está por nacer.
Procurará asegurar que Chile siga siendo Chile, protegiendo las tradiciones campesinas y emblemas nacionales.
Macarena cree en un país unitario y profundamente amante de su tradición cultural, con una herencia de 200 años que merece ser cuidada.
Por último, promover unas bases de la institucionalidad que permitan que todas las personas tengan las oportunidades que ella tuvo.
La persona en el centro.
La familia como núcleo fundamental de la sociedad.
Una sociedad civil organizada en cuerpos intermedios.
Y un Estado al servicio de las personas.