Emanuel Zavala, ha dedicado toda su vida a la orfebrería. Lo aprendió de familiares, se perfeccionó y hoy tiene su propio negocio: Lucy Joyas, ubicado en Sergio Roubillard 51, en pleno centro de Puente Alto.
Es un emprendimiento familiar, trabaja con sus cuatro hijos: Rony, Emanuel, Gonzalo y Fabián, hace casi 30 años. Comenzaron trabajando solo platería y hoy son una de las joyerías más reconocidas del sector.
Se dedican a la confección de piezas artesanales y al tratamiento y creación de todo tipo de joyas y piedras preciosas. “Al principio era un poco difícil y no sabía si me iba ir bien o no, pero había que hacerlo”, comentó Emanuel
En el local, también hay un taller. “Tengo matrices, laminadores eléctricos para grabado eléctrico y grabado a mano”. Como se hacía antes, dice. Su especialidad es la reparación y transformaciones. “El cliente llega con su joya y nosotros la transformamos o hacemos nuevas según lo que quiera”.
Desde el taller sale todo, desde el fundimiento hasta la caja que reciben los clientes. Su especialidad es entregar una experiencia sumamente personalizada.
Los clientes y vecinos de Puente Alto no solo los prefieren por la calidad de los trabajos, sino que también por la confianza. Los valores de los productos van más allá de lo económico. “Nos están dejando un valor hereditario, entonces son cosas que uno tiene que responder”.
A futuro pretenden seguir modernizando el espacio, los talleres e ir innovando con las nuevas tendencias. Después de todo, siempre el último fin es seguir entregando calidad y confianza para que los clientes nunca dejen de brillar.
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