El proyecto de construcción del nuevo Hospital Sótero del Río es una obra que hace años esperaban los vecinos de Puente Alto. En 217 mil metros cuadrados, el nuevo recinto que se ubicará frente al actual, contará con 711 camas, 39 pabellones completamente equipados y un helipuerto, entre otros servicios.
Los trabajos comenzaron a mediados del 2022 y se estima que el recinto esté operativo en el año 2027, para atender a más de 1.500.000 pacientes de las comunas de Puente Alto, La Pintana, La Florida, La Granja, Pirque, San Ramón y San José del Maipo.
Sin embargo, para los vecinos y vecinas de Villa Los Naranjos, en el sector de calle Coquimbo con Tolpán, lugar por donde ingresan los camiones y trabajadores al recinto, la construcción del hospital ha significado un dolor de cabeza durante el último año.
Los residentes del sector, la mayoría adultos mayores, denuncian que las obras generan una contaminación acústica tremenda, que el paso de los camiones pesados ha roto las calles del sector, que ha llegado comercio ambulante y que los trabajadores del lugar tapan los accesos a los domicilios y pasajes al estacionar sus vehículos particulares.
“Los camiones que hacen retiros de basura tienen problemas, los camiones que extraen el agua servida, que ahora tenemos problemas con agua servida. No sabemos por qué, están sucediendo cosas que no pasaban acá, porque hay intervenciones que nosotros no las estamos sabiendo”, explicó Juan Carlos Coñueñir, presidente del Comité de Seguridad G.A.S Villa Los Naranjos 1 y 2.
Asimismo, señalan que los trabajadores, en sus horarios de colación o terminando la jornada, consumen alcohol y drogas en las plazas aleñadas a la obra, que ocupan como baño, y dejan los residuos en la vía pública. Incluso, han encontrado preservativos.
“La gente está muy preocupada, nosotros tenemos una carga bastante grande de adultos mayores, que tratan de no meterse en nada, porque ya no están con la fuerza de estar ahí discutiendo y peleando con la gente, pero ha estado medio complejo”, señaló Juan Carlos.
Por eso, la Junta de Vecinos Los Naranjos se han reunido en dos oportunidades para recibir las inquietudes de los vecinos y coordinar un plan de acción con algunas sugerencias que buscarán presentar a diferentes autoridades pertinentes como la Dirección de Obras Municipales, la dirección del Hospital Sótero del Río, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Obras Públicas.
Para ello han creado grupos de estudio, están trabajando con algunas asesorías, han revisado los planos del proyecto, donde han encontrado incongruencias, las normativas de los trabajos, recabado información e imágenes para realizar todos los trámites y exigencias de manera legal en los próximos meses.
Reconocen que no están en contra del proyecto, al contrario. Pero buscan que se respete el sector, a los residentes y se transparente con los vecinos el plan de intervención en lugar y las normativas para el futuro funcionamiento del recinto, puesto que por calle Coquimbo habrá ingreso de ambulancias, por ejemplo.
También, el proyecto contempla a futuro ensanchamiento de calles y expropiaciones para terminar de construir los accesos al recinto asistencial. Sin embargo, tampoco manejan esa información con exactitud. “La gente está nerviosa porque no sabemos a quién le va a tocar, cómo lo vamos a enfrentar”, cerró.