Por 44 años, la mujer desempeñó labores en la Municipalidad de Puente Alto. Muchas emociones la inundan al momento de dar el meritorio paso al sector pasivo.
El 31 de diciembre fue el último día de trabajo de Elizabeth Paredes Ureta en su cargo de Sectorialista en Transporte Público de Pasajeros en la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Puente Alto, donde llegó hace ya 44 años.
“Este ha sido el empleo de toda mi vida, prácticamente mi segunda casa. Nací en Puente Alto y trabajé siempre acá. Eso sí, pase por otras departamentos hasta llegar a Tránsito, departamento en que estuve los últimos 22 años”, señala.
Tras haber estudiado en la Escuela Consolidada, doña Elizabeth egresa como Técnico en Secretariado Contable, y al poco tiempo ingresa a la Municipalidad de la comuna, comenzando en la Dirección de Obras. “Me toco hacer el traspaso de los expedientes de construcción de Puente Alto a La Florida, cuando nos ‘achicaron’ el limite comunal, pasando el paradero 25 a esta última”, recuerda. “Además, me tocó ver el boom de la construcción en la comuna, en los años que Puente Alto fue declarada zona de expansión urbana, lo que llevó a que más personas llegaran a la capital provincial”, agrega.
Luego desempeñaría funciones en la Oficina de Colocaciones (actual DIDECO), contando que ayudó a muchos vecinos a conseguir empleos, pero que la carga emocional que conllevaba el cargo la sobrepasó en varias oportunidades, pues las personas al no tener trabajo llegaban a grados de desesperación que le afectaba bastante.
“En varias ocasiones saqué plata de mi propio bolsillo para que la gente fuera a entrevistas de trabajo, pues no tenían un peso…. vi mucha angustia por esos años, e historias que me conmovían muchísimo. ¿Sabe? a veces llegaban a la oficina personas que habían jubilado en empresas en las que los ayudé a ingresar, y han venido a saludarme y agradecerme por mi gestión de esos años. Es salgo muy emocionante”, indica.
TIEMPO PARA LA FAMILIA
Pedro Lazo, sectorialista en semáforos y compañero de trabajo de Elizabeth, a quien conoce hace ya 22 años, comenta a PALD que ella es uno de los pilares fundamentales en la oficina. “Se conoce al revés y al derecho la comuna, cada calle. Siempre se le consulta por información al respecto. Además es muy responsable, ¡Es la primera que llega en mañana! nada que decir respecto a su labor. Acá somos de los ‘viejos estandartes’, de los pocos que vamos quedando, pues yo me jubilo en unos años más (…) Personalmente, le deseo lo mejor en esta nueva etapa, ella es una persona muy activa, ¡sé que no se va quedar quieta tras dejar de trabajar! Estoy seguro que encontrará nuevos rumbos”, sostiene.
Elizabeth ríe, y dice que ya le han ofrecido algunas ofertas laborales tras jubilarse, en su área que es el transporte público de pasajeros, “pero lo pensaré a futuro, pues por el momento quiero estar junto a mi familia, disfrutar a mi nieta, a mis hijos, y estar junto a mi madre, que tiene 89 años: personas que postergaba muchas veces por mi trabajo. Me voy tranquila y muy agradecida”.
(Nota y fotografías en edición impresa de sábado 4.1.20)