En su rutina hizo alusión al estallido social, la comparación entre la salud pública y privada, el feminismo, su separación y la etapa de su vida donde vivió en esta comuna.
Una exitosa presentación en Festival de Olmué 2020 tuvo la humorista puentealtina Pamela Leiva, quien actualmente se dedica al stand up comedy, logrando marcar 21 puntos de rating superando según Emol a Los Nocheros, obteniendo la audiencia más alta en la segunda noche del certamen.
“Bueno yo nací en Puente Alto, después me compré un departamentito en Recoleta. Me compré de esos departamentos chicos, tan chicos, que yo abría la puerta para acostarme al tiro”, contó sacando carcajadas en el público antes de hacer un “mea culpa” de cuando decidió visitar su casa de Puente Alto donde vivía con su madre.
“Me acuerdo que una vez fui a ver a mi mamá a Puente Alto, llegué con una camioneta una 4×4, creyéndome la raja. Llegué al pasaje y como que me costaba entrar, porque allá como que se les achica las medidas de las calles a los hue…Como que para Puente Alto todo lo hacen más chico. Si no cachan Puente Alto vean Chilevisión Noticias, les encanta mostrarlos”.
Su relato siguió con el encuentro con una vecina llamada Nancy, la que le indicó una vez que dejó estacionado su vehículo que practicamente se había olvidado de ellos.
“Ya no te acordai’ de los pobres, te ha ido bien en la vida. ¿Te acorday cuando vendías cubos afuera de tu casa?… Te está llendo bien Pamelita ¿Estay vendiendo mote?” sacando nuevamente risas en El Patagual, ramatando así su hilarante historia: “Nooo, señora Nancy, no es que me esté llendo bien, es que ahora sé cobrar. Y ahí quedó, no aprendió nunca más nada”.
Otro de sus agudos y agraciados momentos donde incluyó a su familia en Puente Alto, fue cuando su hermana tuvo un accidente y la llevaron “a la posta”.
“Mira mi hermana estaba tendida en el piso. Nos reunimos en familia: estaba mi mamá, mi sobrino, la pareja de mi hermana, la pareja de mi sobrino, el hijo de la pareja de mi hermana, la vecina paramédico (que hizo el curso en la parroquia) y estabamos todos ahí…¿La llevamo o no la llevamos? ¿Vecina qué dice?, contó Leiva.
El descelance fue en alusión directa a los tiempos de espera y como funciona el sistema público de salud, señalando que le dijo a su mamá que pusiera el hervidor, sacar el termo, preparara “unos sánguches”, luego de tomar la determinación.
Una vez que llegaron al recinto asistencial, con su hermana lesionada en una pierna, dice que los atendió un guardia que es el que “primero evalúa al paciente” y extrañamente a los 5 minutos escucharon por alto parlamente (previa inscripción en un módulo) “Sandra Medina, Box 1. Sandra Medina, Sandra Medina. Ya sé lo que están pensando ¿Pamela Leiva, Sandra Medina? Tuve la misma inquietud a los 6 años”.
Pese a que su hermana iba a ser atendida, la escena continúa hasta a una puerta al interior de “la posta” donde según la comediante era como la de “Narnia pero en Chernobyl: Estaba la enfermera lavando algodones para reutilizarlos, los doctores operando en el kiosko, estaba la cagá”, sentenció sacando nuevamente risas y aplausos en el público.
Revive aquí este relato.