En el año 2019, Puente Alto Al Día realizó este perfil cuando Olga Mocarquer llevaba sesenta y tres años de trabajo en lo que es para ella la compañera de toda la vida, la farmacia Estrella. Hoy a sus 93 años, fue víctima de un saqueo tras la conmemoración del 18-O en Puente Alto.
La químico farmacéutico que conoce medio Puente Alto
No fue fácil hablar con la señora Olga Mocarquer Roscala, quien lleva 63 años atendiendo tras el mostrador de la tradicional farmacia Estrella, en pleno centro de la comuna y a media cuadra de la Plaza de Armas.
De carácter fuerte e introvertida, la mujer, de profesión químico farmacéutico, llegó a trabajar en la farmacia en el año 1955, luego de egresar de la carrera de Química y Farmacia de la Universidad de Chile.
“Al final me casé con la farmacia”, dice la propietaria del reconocido establecimiento, el que fue fundado por Ramón, uno de sus 12 hermanos, en el año 1914, cuando Puente Alto estaba recién naciendo.
“Antes estábamos en la esquina, en calle Clavero, luego en 1965 nos cambiamos para acá”, recuerda Olga, quien mira cada movimiento de los dependientes del local, quienes en su mayoría son gente experimentada y que llevan muchos años trabajando con ella.
La destacada vecina puentealtina, relata que su hermano se fue de la farmacia Estrella a mediados del siglo pasado, para abrir otra por avenida Concha y Toro, pasado Eyzaguirre, la que fue nombrada como “La Maipo”.
La profesional por muchos años preparó recetas magistrales en la misma farmacia, tarea que fue desapareciendo con el tiempo luego del crecimiento y tecnología de los laboratorios médicos.
“Antes nos conocíamos casi todos acá en Puente Alto. Uno podía salir de noche y caminar por la plaza. Hoy eso es imposible”, comentó Olga a PALD.
De pocas palabras, aunque muy aguda en sus observaciones, dice estar cansada y que no descarta vender luego la farmacia, aunque quizás solo sea una idea del momento, ya que toda su vida es la Estrella.
Una de las cosas que le saca una sonrisa día a día, es cuando entran al local clientes que la conocen de años o que simplemente se han encariñado con ella. “Hola tía, cómo está. Sabe, le podría pagar más rato”, le dice una joven mujer, a lo que Olga le responde: “Claro que sí. No te preocupes, luego nos vemos”.
Olga Mocarquer es toda una institución en la comuna, ya que es una de las últimas químico farmacéuticas de la antigua escuela y dueña de una farmacia típica de provincia o de barrio, donde la atención personalizada es la clave.
El interior de su farmacia permanece igual desde hace muchos años, donde el olor “a remedio” hace recordar la infancia o años donde todo era más calmado, comunitario y hasta solidario.
Actualmente de los 12 hermanos, solo quedan cinco, donde ella es una de las mayores, aunque no quiere revelar su edad.
Los trabajadores de la farmacia saben que están a lado de una mujer con mucha historia y que es parte del archivo histórico de la comuna, al igual que la farmacia La Estrella, donde Olga Mocarquer es el corazón mismo del local.
Al pedirle un par de palabras para los puentealtinos, Olga pensó por un buen rato qué decir, hasta que al final entregó la siguiente frase: “Sean felices y vivan en paz. Yo siempre los esperaré con una sonrisa”.
Sin duda todo un personaje es esta puentealtina química farmacéutica, que fue la primera mujer con esta profesión en la comuna y la provincia, y que es un tesoro humano vivo que hay que valorar y respetar.
Larga vida a la farmacia Estrella y a Olga Mocarquer Roscala.
Foto: Comercio de Barrio