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InicioPolicialCondenan al “asesino del tambor” de Puente Alto

Condenan al “asesino del tambor” de Puente Alto

El hecho quedó al descubierto cuando vecinos hallaron el cuerpo de la joven en un contenedor plástico al interior de la población Carol Urzúa. El sujeto conocido como “El Chamelo”  fue condenado a 17 años de prisión.

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Puente Alto condenó a Francisco Javier Rivera Monasterio a la pena de 17 años de presidio efectivo, en calidad de autor del delito consumado de homicidio.

En fallo unánime el tribunal aplicó, además, a Rivera Monasterio las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.

Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.

El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que en horas de la madrugada del 10 de julio de 2020 “en circunstancias que Andrea Francesca Riffo Acevedo se encontraba en compañía de Francisco Javier Rivera Monasterio en las cercanías de calle 13 intersección pasaje 12, población Carol Urzúa, comuna de Puente Alto, este procedió a agredirla con diferentes elementos, resultando con múltiples lesiones contusas en el rostro y cabeza, lesiones corto punzantes en región cervical vascular, estas últimas le causan la muerte, pero antes de la muerte la víctima es introducida viva en un contenedor de basura plástico y luego trasladada hasta el pasaje 12 donde fue encontrada”, describe la sentencia definitiva.

En el ámbito civil, el tribunal condenó a Rivera Monasterio a pagar una indemnización de $10.000.000 por concepto de daño moral, a la madre de la víctima.

La agresión, tal como se habría establecido tras el desarrollo de las primeras diligencias, se habría producido a un par de pasajes del lugar del hallazgo del recipiente, a menos de 150 metros del sitio del suceso.

Primero se hallaron evidencias biológicas, restos de sangre, pero después se obtuvieron antecedentes que permitieron la captura del presunto autor del hecho. Se trataba del “Chamelo”, delincuente conocido en la Carol Urzúa.

“Lo que se maneja hasta el momento es que no tenían una relación de amistad, pero si eran conocidos y, por circunstancias que desconocen, él la habría agredido y finalmente asesinado”, explicó la fiscal Yasne Pastén al inicio de la investigación. Traumatismos encéfalo craneanos habrían provocado el deceso.

De la víctima se informó que no tenía domicilio en el sector del hallazgo, pero frecuentaba regularmente la población Carol Urzúa. Con las huellas dactilares se individualizó a la víctima, una mujer de 35 años de edad de nombre Andrea Francesca Riffo Acevedo. “La mujer frecuentaba esporádicamente el sector en la población Carol Urzúa, pero registraba domicilio en otras comunas”, precisó el comisario de la Brigada de Homicidios, Julio Orellana.

La situación quedó al descubierto cuando una vecina del sector le llamó la atención el recipiente plástico, que no era del lugar, por lo que se acercó y al abrir la tapa se encontró con el cuerpo.

El Largo historial del “Chamelo”

Cinco causas anteriores tenía en su currículum delictual Francisco Javier Rivera Monasterio, quien hoy quedó en prisión preventiva por la responsabilidad que le afecta en el crimen de Andrea Francesca Riffo Acevedo, mujer que el antisocial dejó en un recipiente de basura encontrado por vecinos en el pasaje 12 de la población Carol Urzúa.

Del sujeto que era conocido como “El Chamelo” y de quien pobladores aseveran que proviene de una familia tranquila, quitado de bulla, se informó que presentaba antecedentes policiales desde el año 2008 y la última detención en el 2019 por una suplantación de identidad, todas causas tramitadas en el Juzgado de Garantía de Puente Alto y una de ellas, la más grave, llegó al Tribunal Oral en lo Penal de esta misma comuna.

El hecho más grave al que se le vincula es un homicidio simple, en grado de frustrado, ocurrido en la misma población hace unos años.

La causa por la cual fue condenado a prisión efectiva corresponde a una causa del año 2011 y que vista en el tribunal Oral en lo Penal de Puente Alto.

En esa ocasión, Rivera Monasterio, recibió una sentencia definitiva de cuatro años de presidio menor en su grado máximo por el delito descrito, pena que purgó en agosto de 2014 en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Colina II.

Tras salir en libertad se metió en líos con la Justicia en el 2017 y 2019, manteniendo en su historial detenciones por hurto, infracción a la Ley 20.000, usurpación de nombre receptación, el descrito homicidio simple y ahora en el crimen consumado de Andrea Riffo por el que estará en la cárcel por los próximos 17 años de su vida.

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