La instructora a cargo del taller municipal de boxeo llegó a Chile para participar en diversos torneos, pero no imaginó que nuestro país prontamente le entregaría una serie de satisfacciones en todo orden de cosas, eso ya hace ocho años.
Martina Martínez proviene de la ciudad de Córdoba, Argentina; es la menor de siete hermanos y refleja el poder femenino de manera innata al escucharla comentar con vehemencia aspectos de su vida. Tal es así el empoderamiento de la deportista, que a la edad de 18 años se independizó desempeñándose como funcionaria municipal, luego pasó al rubro gastronómico, para posteriormente saltar a una compañía de seguros; hasta que descubrió el deporte que la enamoró y que practica hasta el día de hoy.
La boxeadora argentina -cada vez más chilena-, arribó a nuestro país hace ocho años por razones sujetas a competiciones. Permaneció alrededor de tres meses, para retornar a su nación de origen; sin embargo, gracias a su desempeño fue convocada nuevamente a participar de torneos, situación que la dejó arraigada en Chile, confidenciando que “me encantó estar acá, sobre todo la gente que conocí, me encariñé y decidí quedarme”.
La actual monitora de la Corporación de Deportes de Puente Alto comenzó en la disciplina del kickboxing, y ha ganado una extensa trayectoria que contempla importantes victorias, sin embargo, en nuestro país siguió el camino del boxeo amateur.
Actualmente tiene 46 años, reside en villa Los Silos junto a su adorada mascota de nombre Tayfun, se encuentra estudiando francés, es amante de la cocina, está soltera y cuenta que su rutina laboral es intensa, ya que imparte clases de boxeo de lunes a sábado abocado a los talleres gratuitos que ofrece el municipio; además se encuentra entrenando para un trascendental evento que se llevará a cabo en unos meses, de cara a su último enfrentamiento en el ring. “Amo mi trabajo, lo disfruto, me encanta transmitir lo que he aprendido y sigo aprendiendo”, expresó la instructora.
De ésto y mucho más conversó con PALD esta carismática mujer, abordando situaciones relativas a su vida personal y profesional. Es Martina Martínez, la boxeadora que se siente parte de nuestro largo territorio, en especial de la comuna de Puente Alto, lugar que le ha brindado un sinfín de alegrías y satisfacciones y cumplimiento de metas.
CON EL DEPORTE VENCIÓ ENFERMEDAD
– ¿Cómo nació el interés por el kickboxing?
-Descubrí el deporte a los 30 años a partir de una depresión. Por una circunstancia de la vida del fin de una relación amorosa, estuve con una depresión terrible durante dos años, hasta que conocí el kickboxing y eso me ayudó a salir; nunca imaginé que me iba a dedicar a esto, pero empecé a trabajar en diferentes gimnasios.
Me encanta contarlo (episodio de depresión), antes no podía, pero ahora sí y quiero transmitirlo, porque esta enfermedad es un tema muy delicado, a mí personalmente me ayudó mucho el deporte para sobrellevarla y vencerla.
– Acerca de tu cercanía con Puente Alto, ¿cuáles son las razones que te sorprendieron de la comuna?
-Desde el Centro de Alto Rendimiento (CAR), me vine a competir acá y conocí mucha gente muy linda y cariñosa. En ese momento establecí relaciones con personas de la Corporación de Deportes y me ofrecieron la oportunidad de trabajar con el boxeo femenino, empezando a coordinar talleres gratuitos, para después integrarme a los masculinos.
Para mí fue maravilloso poder llegar a la mujer chilena puentealtina, con mi experiencia de vida y enseñarles este deporte, que es completo, muy técnico, que ayuda a ganar seguridad, además sirve como defensa personal y levanta tu autoestima.
-¿Cómo es la relación con tu familia?
-Mi mamá me abandonó cuando era muy chiquita y mi papá nos crió solo a mí y mis seis hermanos, no me inspira verla pero tampoco siento rencor, ya solté.
Los extraño mucho, porque somos muy unidos como familia, eso de sentarme a la mesa con ellos, conversar, abrazarlos y ver a mis sobrinos. También me comunico por videollamada todos los días, mi papá es mi mayor referente, porque aprendí a vivir de su mano, nos educó para la vida; me enseñó a cocinar, tejer, bordar, pintar en tela, me dio todo lo que soy. A pesar de mi edad aún me ve como una “cabra chica”, siempre está pendiente de mí.
Somos un núcleo muy de valores, de fomentar el respeto hacia el adulto, de querer a los animales
-Cuéntanos acerca del taller municipal, donde ejerces como profesora.
-Iniciamos este 2023 con 65 mujeres aproximadamente, mientras que en el masculino con 80 alumnos más o menos. Tenemos un equipo de competición muy fuerte, dos chicas que nos representan, de la cual una salió tercera en el Campeonato Nacional de Boxeo Femenino chileno, eso me llena de orgullo, también ganó la copa Desafío. Personalmente creo que son regalos por haber apoyado y ver crecer a mi alumna.
En versión masculina también tengo un equipo grande de competición, de gente que ya cuenta con un récord de peleas, entre cuatro a cinco, algunos hasta nueve. Todos ganaron las preliminares antes del combate de Joseph Cherkashyn y eso es un gran logro que me enorgullece un montón, porque cada esfuerzo te juro que vale la pena.
ÚLTIMA PELEA
-¿Alguna anécdota significativa que recuerdes en el camino del boxeo?
-Haber ganado el título, porque cuando voy a pelear por el Nacional Argentino, yo tenía muy poca experiencia en la línea semiprofesional, y me enfrentaba con la favorita de la noche, era la más admirada. A mí no me conocía nadie y todo el mundo apostaba por ella; le gané por fallo unánime y me coroné campeona argentina de la WVU, eso fue maravilloso. Lo otro fue mi primer Knock out en Chile, una pelea que se hizo en Chiloé donde derroté a mi oponente en el segundo round.
El boxeo te ayuda a vencer todos los miedos, porque no solo te estás enfrentando a tu rival, si no también se trata sobre un desafío personal.
-¿Qué se viene para Martina Martínez?
-Quiero hacer mi última pelea de boxeo, para ya retirarme, obviamente les estaré anunciando. Será mi despedida del ring y me estoy preparando, entreno mucho. Además, iniciaré un diplomado en Gestión del Deporte, que va a ser este año y seguiré trabajando fuerte en Puente Alto.
-¿Qué les dirías a la gente de la comuna, para que acceda y conozca tu taller deportivo?
-Decirle a la gente que no hay edad, que todo se puede lograr, es cuestión de apasionarse y pensar en uno mismo, crearlo como un hábito y estilo de vida. Invitar a mujeres y hombres que se animen, aprovechar esta instancia que nos ofrece nuestro querido alcalde Germán Codina para que podamos disfrutar de todos los talleres que hay en la comuna de Puente Alto, tenemos un montón de recintos preciosos y muy bien preparados, como por ejemplo nuestro ring olímpico de grandes dimensiones. Aprovechemos eso, el deporte es vida, es salud.