José, de 25 años de edad, se extravió el 5 de mayo, donde fue visto por última vez en su domicilio en Puente Alto.
¿Qué pasó?
Josefina Montupil ha recurrido a todas las instancias posibles, con el objeto de encontrar a su hijo, a quien se le perdió el rastro hace casi tres meses desde su casa, ubicada en villa Los Aromos, cerca de avenida Creta Norte.
Divulgación en redes sociales y en los afiches de la Policía de Investigaciones, han sido las estrategias para dar con el paradero de José.
De tal modo, algunas pistas erróneas han surgido, como por ejemplo que lo divisaron en el barrio Franklin, o que estaría asentado en la región de Los Ríos; son las exiguas informaciones que han recibido como familia.
La afligida madre vive junto a su marido y su otra hija, se desempeña como artesana de joyas mapuches, comenta que jamás se percataron ese jueves que José no se encontraba en el domicilio, al respecto, señaló: “Ese día yo estaba haciendo una muestra de joyas en Luis Thayer Ojeda, entonces estuve trabajando fuera de la casa y no me di cuenta”, agregando que la infructuosa búsqueda del fin de semana, gatilló la denuncia de presunta desgracia el lunes siguiente.
Un joven tranquilo
Josefina profundiza acerca de la personalidad de su hijo, catalogándolo más bien como “retraído”, sumando que “es un niño muy tranquilo, es de pocos amigos, solo acá en Santiago tenía conocidos que se dedican al running, pero viven en La Cisterna”.
Contó asimismo, que José se dedicaba a realizar arreglos en piedra laja, formando un pequeño emprendimiento entre sus conocidos. La estabilidad en la comercialización de sus productos, se hallaba con una tienda de Providencia, llamada Decora flores, donde sus terrarios de suculenta y mini bosques de piedra laja, causaban gran interés entre los clientes.
Acerca del motivo que podría -en la eventualidad-, haberlo alejado de su familia, su madre asegura que no hubo ningún tipo de discusión previa, que lo obligara a tomar la decisión de abandonar la vivienda.
El comentario que les hizo en un par de ocasiones, fueron sus ganas de vivir en lo localidad de Futrono, al sur del país, debido a que “en vacaciones hizo un grupo de amigos que lo apoyaron en la creación de un taller, nosotros como padres estuvimos de acuerdo, pero como mi hijo era vegano, quisimos que partiera después de comprarle sus productos especiales”, precisó Josefina.
“Mi intuición es que puede estar por ahí, quizás en situación de calle, asustado, a lo mejor pensará que lo queremos internar”, explicó la madre, debido a las secuelas psicológicas generadas por un portonazo sufrido por el joven hace cinco años.
José Abel Briones Montupil tiene 25 años, es de tez morena, ojos café, cabello negro y mide 1.85 centímetros. En caso de tener antecedentes de su paradero, se solicita tomar contacto con Carabineros o la PDI, o bien comunicarse con algunos de los números que aparecen en el afiche de búsqueda.