La dirigente social ayuda a sus vecinos y vecinas del sector en estos difíciles tiempos de pandemia.
De la localidad de Rucamanqui, cercana a la ciudad de Los Ángeles hacia la cordillera, es oriunda Joanna Martínez, presidenta de la JJVV Lomas Oriente de Puente Alto, villa en la que vive hace ya 18 años, en donde llegó junto a su marido e hijos a su anhelada casa propia.
Hija de padre obrero y madre dueña de casa, doña Joanna fue la penúltima de 9 hermanos. Cuenta que llegó hasta 8° básico en el colegio, “puesto que hasta ese curso llegaba la escuelita en el campo, y para continuar, había que ir al pueblo, y entre asistir una semana y otras dos estar en la casa cuidando a mi madre, que por eso años estaba enferma, opté por retirarme”.
Todos sus hermanos mayores habían ya emprendido el viaje a la capital en busca de mejores oportunidades, y ella toma esa decisión a los 18 años. “Me viene a Santiago, y alcancé a trabajar 15 días no más… ¡eché mucho de menos a mi mamá!”, dice entre risas. “La verdad es que fue muy brusco el cambio pues… si allá en el campo estaba acostumbrada a ver animalitos, vacas, caballitos, todo tranquilo, y al llegar a una ciudad grande, que no sabía en dónde estaba parada, me perdí… no aguanté la verdad”, agrega.
Eso sí, al tiempo se “pegó el tiro largo” como ella misma afirma, pues se fue a trabajar a Arica -en que no tenía la opción de devolverse como lo hizo anteriormente- trabajando como asesora del hogar. En el norte estuvo por tres años, puesto que luego encontró otro empleo con unos patrones de Santiago, regresando así a la capital. Con el pasar de los años, contrae matrimonio y llega a vivir a Puente Alto, continuándose a labores en casa particular así como al cuidado de sus hijos.
“Con esto de la pandemia, me pidieron que trabajara puerta adentro, lo que en mi caso era imposible, así que tuve que dejarlo. Gracias a Dios no nos ha faltado nada, y bueno, acá estoy en mi querida villa ayudando a la gente en estos tiempos difíciles”, comenta.
SALIENDO ADELANTE ENTRE TODOS
En su calidad de presidenta de la JJVV Lomas Oriente, y como dirigente social, Doña Joanna cuenta que junto a la directiva y vecinos han organizado en el último tiempo ollas comunes, para ir en ayuda de los residentes del sector, puesto que muchos lo están pasando mal dado el contexto de pandemia. “Las hacemos los días viernes y sábados, donde se ponen los colectivos de la línea 4047, de la Carol Urzúa, puesto que ese espacio es amplio, está al aire libre, por lo que hay menos riesgo de contagio, y en la sede sería más complicado. Quiero aprovechar de agradecerles por su buena disposición”.
Asimismo, señala que los jueves entregan almuerzos a los adultos mayores de la villa, “que acá viven hartos, y ahora estamos además repartiendo bolsas con mercadería, junto a kits sanitarios, labor en la que nos ha ayudado la CMPC. La verdad es un trabajo arduo y cansador, pero gracias a compañeros que me han ‘apañado’ mucho, hemos podido salir adelante y ayudarnos entre todos”, concluye.