La funcionaria gastó el dinero en alcohol, cotillón, manicure, perfumes, entre otros.
En una revisión de los estados financieros a principios de este año en la Vicaría de la Pastoral Social del Arzobispado de Santiago, se descubrió un caso de malversación de fondos. Según la auditoría realizada, la jefa de finanzas de la institución, Carolina Flores, se embolsó más de $56 millones de forma fraudulenta.
Servicios personales, galletas, perfumes, alcohol, manicure, maquillaje, cotillón, mercadería en distintos supermercados y ropa en tiendas del retail. Esos son los detalles revelados durante la revisión contable y desembolsos que dan cuenta que la acusada utilizó el dinero de manera indebida.
Flores manipulaba la plataforma contable de la VPS para ocultar sus acciones ilegales, jugando con los asientos contables y cambiando constantemente las claves de acceso para evitar ser descubierta. Estos hechos ocurrieron a lo largo del año 2023, según ha establecido la auditoría.
Ante la confrontación de las pruebas, Flores admitió haber gastado solo $11 millones, argumentando problemas personales. Sin embargo, tras un análisis más profundo de los registros electrónicos, se confirmó que la cantidad desviada supera con creces los $56 millones declarados.
El Arzobispado de Santiago presentó una querella ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, acusando a Carolina Flores de delitos de administración fraudulenta, apropiación indebida y estafa.
La investigación será llevada a cabo por la Fiscalía Centro Norte.
