Alejandra y Christopher: matrimonio que derrotó a la pandemia con su tienda “Sublime”
Ambos fueron criados en núcleo de comerciantes, el negocio lo conocieron desde niños, herramienta que lograron aprovechar para actualmente ser dueños de dos locales de prendas de mujer en el centro de la comuna, y con ideas de formar un tercero.
Alejandra Bastías y Christopher Toro son un matrimonio puentealtino, que se conoció a través de sus familias emprendedoras hace casi 30 años, y cuyos negocios se situaban durante la década de los 90 en el centro de Santiago.
La emprendedora señala que su historia de amor se compara con la de Romeo y Julieta, debido a ser rivales en el área de la ropa. “Mi mamá y mi suegra eran competencia”,ya que ambas poseían locales en calle Santo Domingo, en la comuna de Santiago.
Agrega además que tardaron en iniciar su relación, pese a que se veían todos los días. “Iba en segundo medio, y salía del colegio que estaba cerca (Liceo 1) a ayudar a mi mamá. Él hacía lo mismo con la suya, entonces fue un año de miraditas, como que ninguno tomaba la iniciativa y yo soñaba con él, todo mi círculo sabía que me gustaba”, comentó Alejandra.
Hasta que Christopher se atrevió y por fin llegó el momento romántico de la primera conversación, al respecto, recuerda: “Fue la primera vez que vino Gun’s and Roses a Chile, ella fue a ese concierto y yo fui al de Santana; y ahí le pregunté qué tal y se dieron los saludos diarios y así no paramos más”. Luego llegó el ansiado primer beso,que los juntó hasta el día de hoy.
NACE SUBLIME
En un país considerado como falto de oportunidades, donde emprender también se torna complejo, a causa de las innumerables exigencias que involucra establecerse, Alejandra y Christopher -ya como una pareja conformada-, lograron inaugurar su primera tienda llamada “Sublime”, en la emblemática Feria Artesanal Santa Lucía, que durante la época daba lugar a miles de visitas de chilenos y turistas.
“Teníamos una tienda chiquitita ahí, era solo medio local, yo iba a trabajar con mi hija que era una bebé, en el probador tenía su cajita, porque en ese momento era poco accesible tener un coche”, sostuvo Alejandra.
“Quiero destacar que Christopher es una persona de mucha fe, porque ante cualquier cosa yo me iba ahogando, pero él siempre es optimista frente a situaciones adversas”, aludió la dueña de Sublime, ya que justamente se aventuraba el primer obstáculo al momento de arrendar el pequeño espacio en el centro artesanal.
DULCE Y AGRAZ
Transcurría el mes de febrero, en plena temporada estival, cuando recibieron una llamada advirtiendo que el local debía ser arrendado en su totalidad, no sólo una parte como consistía el primer acuerdo. Su marido fue pieza clave, al direccionar la propuesta y transformarla en un éxito anticipado, a pesar de los reveses económicos y la variabilidad que se manifiesta en el difícil mundo de las ventas.
“Arrendamos, nos fue bastante bien durante un tiempo, hasta que el comercio tendió a bajar y la Feria Santa Lucía ya no era lo mismo, muy poca gente asistía, los turistas no se veían y mi marido se había instalado en una galería con otro local en Patronato, entonces tomamos la decisión de cerrar”, sin embargo, tras quedarse con la última tienda, ésta tampoco dio los frutos esperados, por tanto, también bajaron sus cortinas.
Pero los puentealtinos no bajaron los brazos, indica Christopher: “Empecé a trabajar en la feria, había comprado cosas en oferta, no de fabricación nacional, para vender barato. Después se dio la opción de la obtención de un permiso en calle Cabildo, para comercializar nuestra ropa en La Florida”, se remonta a la administración del ex actor Jorge Gajardo.
SUBLIME LLEGA A PUENTE ALTO
Un dicho muy utilizado en situaciones abrumadoras señala que “después de la tormenta, viene la calma”. Así fue para este esforzado matrimonio, dado que, a la llegada de Rodolfo Carter a la Municipalidad de La Florida, cancelaron el permiso que habían logrado en pleno corazón de la citada comuna.
Como consecuencia de lo anterior, se instalaron en la comuna, atrayendo a gran público femenino en el conocimiento de sus prendas.
LA FE MUEVE MONTAÑAS
Según Alejandra, la clave en el éxito de un negocio se concreta manteniendo un estricto orden financiero, no exagerar en los gastos, debido al carácter fluctuante que tiende el comercio, identificar también en sus finanzas las prioridades; por otro lado, explica que un punto gravitante es la proximidad hacia sus trabajadores. “Nosotros siempre estamos ahí, a pesar que tenemos gente trabajando, hacemos de todo; si hay que planchar, limpiar, lo hacemos. Es un trabajo en común, nos consideramos jefes cercanos, nuestras vendedoras pueden corroborarlo” y añade que en tiempos adversos han trabajado como ambulantes, en el metro, como también la feria.
Lo anterior confirma el espíritu de lucha y tesón del emprendedor, que, gracias a su resiliencia, sumada a la capacidad de reinvención, va forjando nuevas ideas que finalmente logran el fin último: el éxito. “Mientras uno tenga fe, todo se puede; hay que creer que las cosas no lo controlan a uno, divinamente el Creador redirige, siempre cuando uno actúe en forma correcta y se maneje bien en el negocio en base a la honestidad. Creo que cuando uno es justo, Dios también es justo con uno”,remarcó el hombre de fe.
SUBLIME EN PANDEMIA
La informalidad, la exclusión financiera y la escasa digitalización de las pymes fueron algunos de los problemas que gatillaron los confinamientos obligatorios y sus consecuencias cuando llegó la pandemia a Chile en marzo de 2020.
Una serie de emprendedores tomaron medidas efectivas para hacer frente a la pandemia. Algunos cambiaron la actividad de sus negocios, los diversificaron u optaron por el reparto domiciliario, demostrando su capacidad de adaptación. A medida que avanzaba la crisis, fue más frecuente el uso de WhatsApp o venta a través de la web, apps y redes sociales.
Por lo mismo se instauró en este momento de crisis la palabra “reinvención”, que significaba continuar luchando contra las agobiantes cuarentenas con nuevos mecanismos de venta, o bien, perdiendo la batalla.
Sublime optó por la primera alternativa, introduciendo temporalmente el método de comercio online, pese a que toda su fiel clientela se acomodaba al modo presencial. Así transcurrieron los meses, superando sobrellevar los escollos que trababan los ingresos.
Alejandra destaca el apoyo de quienes les arriendan los locales, ya que, en una actitud magnánima, otorgaron durante los meses de mayor crisis la ventaja de suspender los pagos. Al respecto, ella detalló: “Durante la primera ola de la pandemia no nos cobraron, los dueños de los locales se portaron súper bien”.
Sin embargo, estos tenaces padres de tres niñas lograron sobrellevar la preocupante situación, aprendiendo y explorando nuevas e innovadoras formas de comercializar el vestuario de la tienda. Christopher comentó: “Sabíamos que el tema digital estaba proliferando y había que subirse al carro por lo menos por un tiempo”.
Si bien en Chile no se ha dado por finalizada la crisis sanitaria, se levantaron normas como el uso de mascarilla en ciertos lugares, la obligatoriedad de portar al día el pase de movilidad y los aforos; Sublime retomó en gloria y majestad el trabajo de las dos tiendas instaladas en pleno corazón de la comuna.
Una de ellas se encuentra en José Luis Coo #0199, local 1, y la segunda está ubicada en calle Eyzaguirre #072 local B 10. Su Instagram @sublime .sbm
El futuro para el matrimonio con Sublime, es confeccionar sus propias prendas, en donde la calidad, el diseño y la dedicación en la fabricación chilena, será sin lugar a dudas un elemento diferenciador que atraerá nuevas clientas, que optarán por preferir a la pareja de emprendedores puentealtinos que le ganaron a la pandemia.