En horas de la tarde de hoy se realizarán las exequias fúnebres de Agustina Soto Peredo, quien a consecuencia de una bala loca falleció en la urgencia pediátrica del Hospital Sótero del Río. La niña el próximo 31 de este mes iba a cumplir dos años de vida.
El hecho policial en el que inicialmente la pequeña resultó herida de gravedad se produjo a las 22:30 horas, cuando en compañía de una tía y de una prima de cuatro años, se encontraba en las puertas de su domicilio ubicado en calle Nocedal, de la villa con el mismo nombre.
En estas circunstancias llegaron al lugar dos vehículos particulares, de los cuales descendieron una cantidad indeterminada de personas. Su intención era enfrentar a una joven con la que tenían problemas previos, pero junto con una serie de amenazas, uno de los involucrados sacó un armamento semi automático, procediendo a disparar en diferentes direcciones.
La niña fue alcanzada en el abdomen, mientras que otro vecino de 27 años, también fue alcanzado por un disparo en una de sus piernas. El se recupera, pero Agustina, a quien de cariño le llamaban “La Gitanita”, falleció a consecuencia del disparo.
La Brigada de Homicidios Metropolitana de la PDI se encuentra investigando el hecho y ya se manejarían antecedentes de los involucrados, pero no se ha informado de detenidos.
(Mayores antecedentes en edición impresa de miércoles 9.1.19)
Sin detenidos caso de “bala loca” que mató a niña
El marcado paso por Puente Alto del magistrado Mario Carroza
*El juez que lleva causas emblemáticas de Derechos Humanos, habló sobre su paso por la capital de la Provincia Cordillera, en la década de los ochenta.
*Recordó el día del atentado a Pinochet y cómo los militares le impidieron el paso hasta el lugar de los hechos.
Hijo de una esforzada trabajadora de La Vega y criado en el barrio de Plaza Chacabuco, Mario Carroza se crió como uno más de la cuadra, donde los recuerdos de la infancia y adolescencia son imborrables.
En casa, cuando niño, estaba muchas horas solo, ya que su mamá trabajaba en un puesto en La Vega, mientras que su hermana mayor con 16 años ya se había casado y otra estaba en un internado.
Los vecinos fueron importantes para él, como asimismo los libros y revistas que lo acompañaban en esos momentos, aunque los amigos de barrio y las pichangas también eran parte clave.
Hoy, a muchos años de esas vivencias, para el magistrado Carroza son momentos que atesora con mucho cariño, al igual que su proceso universitario, donde pasó de la filosofía al derecho.
Este juez que lleva causas emblemáticas de Derechos Humanos, tuvo un paso por Puente Alto, el que califica de primordial para su madurez profesional.
Acá conoció realidad duras, le tomó el peso real de ser juez y tuvo en sus manos el caso del aluvión del Alfalfal, que dejó 41 muertos un 29 de noviembre de 1987.
También tuvo un complicado protagonismo en el atentado al general Augusto Pinochet, donde los militares no lo reconocieron como juez, impidiéndole el paso hasta el lugar de los hechos.
El magistrado, ha pasado momentos duros en su carrera profesional y en lo personal, en especial cuando en un accidente automovilístico falleció su primera esposa con una hija.
Reportajes de PALD conversó con el magistrado en su despacho de Santiago centro muy cerca del Palacio de Justicia, donde rememoró su paso por Puente Alto y otras historias de su larga carrera judicial.
–¿Cómo fue llegar a Puente Alto que en ese entonces tenía un aire provinciano?
– Bueno, yo era funcionario de los Juzgados del Crimen en Santiago, así comenzó mi carrera judicial en el año 1977 y mi primer cargo después de titularme como abogado fue en Cauquenes.
Ahí me voy como secretario del Tribunal de Letras de Cauquenes. Estuve cuatro años y ya el año 84 la Corte de Apelaciones de San Miguel me designa titular en el Segundo Juzgado de Letras de Puente Alto. Estuve del año 84 hasta el año 88.
CERCA DE LA CÁRCEL
– “Sí. Los dos tribunales estaban al lado de la cárcel. El primero y el segundo. El primero veía menores, yo era lo único que no tenía. Y estábamos en José Luis Coo, al fondo. Había poca locomoción. Era sacrificado el tema”, admite.
–¿Qué recuerda de esos años en términos cotidianos?
– Yo vivía en Providencia con Miguel Claro. Todos los días tenía que trasladarme. Tomaba colectivo. Y en razón del temor que me causaba la rapidez con que se movilizaban los colectivos, finalmente aprendí a conducir. A los 33 años que justamente comienzo a ser juez en Puente Alto.
Ahí me compré un autito y empiezo a conducir. Siempre por una vía no más. Me acuerdo porque iba siempre por un lado. Me caía a los hoyos, pero llegaba a Puente Alto.
– No adelantaba. ¿Por temor?
– Nunca adelantaba. Por temor. Me tocaban la bocina siempre. Salía por el estadio Nacional, Maratón y ahí tomaba Vicuña Mackenna.
– Y qué recuerda de Puente Alto. Porque prácticamente pasaba todo el día acá. ¿Dónde iba a comer, por ejemplo?
– Normalmente almorzábamos todos cerca del Tribunal. No había negocios. La gente llevaba su almuerzo. Compartíamos con la gente de Gendarmería que estaban al lado. Era como un centro de justicia. Jugábamos a la pelota con Gendarmería. Éramos bastante afines en ese tiempo. Y los abogados que eran como 4 ó 5, los que tramitaban ahí. Ellos tenían su oficina al lado o en el centro de Puente Alto.
-¿Usted llevaba su comida?
– Sí. En ese tiempo había que hacerlo así. No había locomoción. Era difícil ir a almorzar al centro. Y yo que no conducía, menos podía hacerlo. Con el tiempo me iba más temprano. Al principio nos íbamos todos a las 6 ó 7 de la tarde y nos íbamos todos caminando donde podíamos tomar el colectivo o bus que nos llevar a Santiago.
-En ese entonces Puente Alto tenía todavía aura provinciana
– De todas maneras. Llegaba un poco de Pirque, de las Vizcachas, San José de Maipo. Por ejemplo, hubo dos casos que me marcaron. El Alfalfal. El aluvión. Era primera vez que salía en la televisión. Tengo el video guardado dando una entrevista. Y eso me hizo conocido. De hecho la Corte de Apelaciones me llamó y me dijo venga a relatar acá. Antes de eso no tenían idea que yo existía. Puente Alto estaba tan lejos, en ese entonces. Posteriormente me toca el caso del atentado a Pinochet. Fue toda una odisea.
Logré llegar hasta la rotonda no más. Tenía que constituirme para ver qué había ocurrido. Y no me dejan pasar los militares. ‘Quién es usted. Yo soy el juez. Usted no puede pasar’, me dijeron. Y no me dejaron pasar.
Después la Corte de Apelaciones me dijo qué hizo usted. Usted era el juez ahí. Y yo les dije que no me habían dejado pasar. Y tuve que pedir un informe a Carabineros. Y Carabineros dijo que ellos no tenían nada que ver. Mandaron ese informe a la Corte Suprema y casi me sanciona porque yo no había intervenido en el tema de Pinochet. Pero si no me habían dejado. En ese caso se hizo cargo la fiscalía de justicia militar. Un juez provinciano no tenía nada que hacer en el tema. No pude intervenir. Esos son los dos casos que más me marcaron estando en Puente Alto.
Por aquel entonces el tipo criminal era muy distinto a que ocurre ahora en Puente Alto.
-Recuerdo que me tocó un crimen donde está el centro de sanidad mental El Peral y tuvimos que hacer una reconstitución de escena y nos preocupamos de ir y hacerla porque había tan pocos crímenes. Me tocó algunas situaciones parecidas en una población el año 84 que era la única conflictiva, por decirlo así. Había una sola que era la que creaba los problemas. Ahí se intervenían algunas lesiones, riñas. Homicidios eran muy pocos. Para que concurriera la Brigada de Homicidios, era difícil. Siempre estaba yo en el Sótero del Río por lesiones. Había mucha riña.
–Mucho alcohol, en el fondo.
– Claro. San José de Maipo, Pirque, en todas partes. Los clandestinos. Lo otro era el faenamiento de animales; el abigeato. Eso demuestra lo rural que era. Por el desconocimiento que había en las zonas rurales, había delitos sexuales, incesto, abusos. Pero más bien por ignorancia. Falta de educación.
-¿Eso motivó para que usted se especializara en temas familiares?
– Yo creo que eso se fue dando en el tiempo. La sensibilidad por ciertos temas me nace estando en este tipo de trabajo. Se me fue dando por la parte penal, más que la civil o laboral. Claro en la parte penal enfocada con familia. Posteriormente cuando llegué a Santiago me dedico a la violencia intrafamiliar, maltrato infantil. Que no son parte de los derechos humanos, pero eran parte de la preocupación de la sociedad. Pero el tema donde me formé como juez, donde sentí la responsabilidad de las cosas que tenía que resolver fue en Puente Alto. Estaba solo ahí. Tenía que decidir.
– Y era joven además.
-Claro, tenía 32 años. Tenía que decidir sobre situaciones que eran complejas. Esa experiencia me generó buenos resultados. Y me creó una responsabilidad como magistrado en relación a las personas que venían a solicitar mi intervención.
LAS MUJERES QUE LO HAN MARCADO
Usted vivió en el barrio norte de Santiago. Viene de un barrio tradicional, muy bravo por lo demás. Después se fue a Cauquenes. Una zona huasa. Después Puente Alto.
– Yo me crié en una familia de bastante esfuerzo. Mis padres trabajaban en La Vega. Vivía en ese entorno. Plaza Chacabuco. Si bien no era pobreza, pero sí de sectores medios. Esas cosas me fueron dando una impronta. Cierta forma de vivir. Me crié sabiendo que había que sacrificarse. Hay que llegar hasta el final. Estudié filosofía y la terminé. Porque había que terminar las cosas y si quieres más, hay que entrar al esfuerzo y hacer más de tu parte.
En ese sentido las cosas se me fueron dando.
-Las mujeres han sido muy importante para usted. Han marcado su vida. Para comenzar su mamá. Que lo crió prácticamente sola.
– Sí, fui criado por mi madre. Soy hijo de padres separados. Mi madre una mujer muy esforzada, se levantaba muy temprano para ir a La Vega a trabajar. Ella trabajaba todo el día. Tenía una hermana que como mi mamá no podía criarla, la internó. Mi otra hermana se casó muy temprano, a los 16 años. Yo viví solo, ayudado por los vecinos. Tenía buenos vecinos.
Mi primera señora que tuve fue cuando estudiaba filosofía y ella me llevó hacia esos campos. Me dijo que como profesor iba a ganar muy poco, entonces comencé a estudiar derecho. Y mi actual señora me llevó por los lineamientos de los derechos humanos. Ella ha sido consejera de la opinión pública. Cómo se observa por fuera. Cuando tomo las resoluciones, lo hago por lo que se espera de uno. Por lo que se está viviendo en el entorno. No solo por lo que yo creo.
– Ese proceso que usted hace se debe, quizás, a que usted escucha; esa manera reposada de tomar decisiones. Al criarse en solitario, tal vez tenía más capacidad de reflexión.
– Por eso también estudié filosofía. Comencé a sistematizar esta manera de estar solo. Había mucho tiempo para pensar.
–¿Dejó amigos en Puente Alto?
– Sí. Como estaba todo el día recluido en el trabajo, era posible relacionarse solo con los abogados y el juez de policía local, José Miguel Verdugo, con el que compartimos cualquier cantidad. No sé si estará Paiva, que era el secretario en ese tiempo. Éramos amigos. La notaría Estelita Mendoza. El señor Elgueta, que era conservador. Él me fue guiando. Fue un guía súper bueno. Y otros. Osvaldo Andrade, que era abogado de la gobernación. Con él jugábamos básquetbol. Otros abogados Barrios, Montecinos. Otros que ya murieron. Y compartíamos bastante. Yo no era distante. Porque los jueces en general son distantes. A mí me gusta compartir.
–Usted maneja muchas causas emblemáticas. Mediáticamente siempre está en la mira. ¿Cómo lo hace para descomprimir las presiones?
– Tiempo atrás hacía mucho deporte, como el fútbol. Era bueno. Pero había otros mejores. Había un profesional en Gendarmería, un capitán, que era muy bueno para jugar a la pelota.
Efectivamente eso me ayudaba bastante. Después, con más de edad, es mi familia la que me da tranquilidad, me voy al campo. Salgo de la ciudad y me encierro en la casa con la familia. Eso me descomprime.
Converso con ellos y eso me hace tomar la decisión más adecuada. En ese sentido ya no vivo de la noche a la mañana en el trabajo. Eso ya lo viví.
–Tiene pensado cuándo va a abandonar el poder judicial y vivir en el campo.
– Yo creo que llegamos a cierta edad y tenemos que irnos, que son los 75 años. Estoy ordenando mis cosas.
CARROZA, EL FILÓSOFO
Usted es profesor de filosofía. Cuando asume el cargo de juez y me describe que en Puente Alto le toman peso a la figura, ¿qué recuerda de eso? Tiene que lidiar con muchas cosas. Con emociones, hechos reales; lidiar con un ser que estaba en sus manos y estando detrás dos familias que están a veces en disputa.
– Eso a uno lo va marcando. Lo hace reflexionar. No cabe duda. Además de que yo estaba en esa situación de resolver casos concretos, donde se producían ese tipo de situaciones, respecto de detenidos, de gente procesada, de familiares que están esperando qué se va a resolver, o las víctimas también que habían sido afectadas por un robo. Además yo vivía y trabajaba todo el día al lado de la cárcel. Y me tocó ver en una ocasión que unos internos que estaban encarcelados, quemaron a dos jóvenes. Ellos mismos. Había un drama humano y me tocó convivir con eso.
Así como jugaba fútbol con los gendarmes, también veía cómo estas personas venían de otras regiones, porque había condenados y tenían que hacer el tiempo para poder hacer las visitas. Esa parte es bastante conmovedora. Y a veces gente muy joven que estaba privada de libertad donde hay poco espacio. Y salían al patio a jugar básquetbol mientras otros estaban encerrados por el poco espacio.
Esas cosas a uno, a esa edad, le va tomando el peso y va sintiendo la responsabilidad que tiene. Y cómo sus decisiones pueden afectar.
–En qué momento del día se detiene a cavilar sobre estas materias
– Los judiciales, fundamentalmente, tenemos dos etapas en esto del trabajo diario. La primera, que es la más activa, no tenemos mucho tiempo para pensar, reflexionar. En la mañana van llegando los detenidos, las audiencias, resoluciones. En la tarde, es como el banco. Ya no hay tanto movimiento y se tiene tiempo para pensar en cómo va a afectar la decisión. Qué es lo mejor, lo correcto, lo sensato. Uno no solo puede ajustarse a la ley. Tiene que apegarse a la sociedad en que vive. A veces la ley es injusta y hay que buscar el término medio. Por eso siempre me guié con la filosofía. Lo que es justo.
(Nota en edición impresa de sábado 5.1.19)
Padre Rodrigo Magaña asumió como vicario de la Zona del Maipo
Ceremonia eclesiástica contó con la asistencia del Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, junto a autoridades y comunidad católica de esta ciudad.
Un emotivo servicio católico fue el que se realizó la tarde del miércoles en la Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes en que se realizó el “cambio de mando” de la Vicaría de la Zona del Maipo, ceremonia que contó con la presencia del Arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, junto a la presencia de la gobernadora provincial, Mireya Chocair.
SERVICIO MISIONERO
En la oportunidad, el propio Ricardo Ezzati fue el encargado de desarrollar esta ceremonia eclesiástica, destacando la labor que realizó el ex vicario Miguel Hoban, indicando que el padre Miguel llega a la cumbre del servicio pastoral que se le había solicitado, cumpliendo el desafío que la Iglesia de Santiago “ponía en la mano y en el corazón del padre Miguel”. Que era, agregó el Arzobispo, lograr formar en Puente Alto y en toda la zona del Maipo una comunidad eclesial que fuera más blando en su vocación de ser iglesia local y en su misión de ser una iglesia abierta, acogedora y misionera para toda la zona.
Después de tantos años –agregó el Arzobispo- sólo nos queda decir “un gracias, y un gracias a aquel que permite que su iglesia vaya siendo fiel y creciendo en el corazón de la gente”.
Seguidamente el máximo representante de la iglesia chilena, le dio las gracias al padre Miguel por su servicio, “sabemos que ha sido un servicio generoso, misionero, muy empeñado en ser de verdad, camino que le abre las puertas al Señor Jesús en el corazón de la gente de esta zona pastoral de nuestra arquidiócesis”.
Más adelante, el cardenal Ezzati refiriéndose al cambio de vicario, dijo que en la iglesia los servicios no son una conquista de poder, “son un servicio y prestamos ese servicio hasta que el Señor y la iglesia nos lo pida”.
Acto seguido se nombró al padre Rodrigo Magaña Venegas, párroco de la parroquia Santa Teresita de Los Andes de esta ciudad, como Vicario de la Zona del Maipo, realizando ante el Cardenal Ezzati, ante el clero zonal y comunidad católica de esta ciudad, su profesión de fe, firmando, posteriormente, el acta de posesión correspondiente de nombramiento, realizado por el Arzobispo y el nuevo vicario.
Aplausos por varios minutos se brindaron para el saliente y para el nombrado Vicario de la Zona del Maipo, sellando de esta manera esta ceremonia que reunió a la comunidad católica de Puente Alto y la zona, junto también a sacerdotes e integrantes de la iglesia puentealtina.
(Nota en edición impresa de sábado 5.1.19)
Encuentro de camaradas del Servicio Militar año 1983
La promoción año 1983 del Regimiento de Ingenieros de Montaña N° 2 “Puente Alto”, integrantes de la Compañía Militar del Trabajo (C.M.T.), pertenecientes a la Primera Compañía de ese año, se reencontraron gracias a la tecnología y compartieron momentos de gratos recuerdos y de camaradería en un placentero lugar de la vecina comuna de Pirque.
Luego de 35 años se reencontraron para rememorar aquellos viejos tiempos de vestir el uniforme militar. “Con una gran sorpresa y alegría reunimos a 20 camaradas, quienes estamos muy contentos de poder llegar a muchos más, claro que no podemos reunirlos a todos ya que supimos de la despedida de este mundo de tres de ellos que ya no estarán con nosotros”, señala el portavoz e integrante de este grupo, Raúl Cuellar.
La emoción y alegría de volver a verse no se podía ocultar en ninguno de estos ex camaradas de armas que tuvieron, por algunos años, su segundo hogar en el ex regimiento local, del cual rememoran cuantiosas anécdotas, momentos gratos y otros no tanto, también. Pero lo fundamental, es volverse a encontrar. Tres integrantes de este grupo no se encuentran en Puente Alto, ellos son Raúl Cuellar, quien está radicado en Puerto Montt; Juan Bravo, en la Antártica Chilena y Jaime Gómez, en Los Ángeles California, Estados Unidos, y los 17 restantes aún viven en ciudad.
DESFILAR COMO RESERVISTAS DEL EX REGIMIENTO
La idea de estos ex soldados es lograr juntar en fecha próxima a los 74 que faltan e integraron esta compañía en el ex regimiento local. Otro de los principios fundamentales de este grupo es aflatarse aún más y poder apoyarse unos a otros en alguna causa difícil o complicada que estén viviendo: “queremos ayudarnos, por ejemplo, en comprar remedios, juntar mercaderías para el que está necesitado y poder lograr muchas cosas más… gran parte de esta promoción está trabajando profesionalmente en distintas áreas… estamos muy contento de recordar aquellos momentos con alegría y también pena; queremos formar algo lindo en Puente Alto, como reservistas y poder a futuro también ser parte de esta comuna, y desfilar con las demás instituciones, lo que sería un orgullo para todos, e incluso para nuestro camarada Gómez, que vendría desde Estados Unidos a participar”, indican.
35 años de ausencia en que ninguno de estos ex soldados sabía nada entre sí. Hoy la alegría los embarga al juntarse nuevamente e ir pensando en constituir una institución que pueda ayudar a la comunidad si así lo requieren las autoridades, “Estamos dispuestos a servir y ojalá recordar ese glorioso regimiento que tuvo Puente Alto y hoy está en el olvido, desfilando como compañía en los homenaje a la patria”.
Los ex camaradas de armas que se reencontraron fueron: Raúl Cuellar, Fernando Mella, Andrés Gálvez, Chino Ortiz, Claudio Ochoa, David Tudela, Emilio Soliz, Fernando Pérez, Omar Ibarra, Jaime Gómez, Jorge Ríos, José Cerda, José Oñate, José Sepúlveda, Juan Bravo, Juan Toloza, Miguel Ronda, Manuel Palma, Rodrigo Mena y Walter Reyez.
Los reservistas del ex regimiento finalmente hacen un llamado a integrantes de la promoción año 1983 de Puente Alto y se quieran integrar, llamar a Raúl Cuellar al 991038361, a Fernando Mella 963510860, a Andrés Gálvez 998441500 o a Emilio Soliz 956533443.
(Nota en edición impresa de sábado 5.1.19)
Nueva Biblioteca Popular llega a beneficiar a adultos mayores
Con el fin de fomentar la lectura entre los usuarios del Centro de Salud Familiar Karol Wojtyla, a cargo del área de Salud de la Corporación Municipal de Puente Alto, es que se inauguró la “Biblioteca Popular del Adulto Mayor” la que pone a su disposición más de 700 libros, a los que podrán acceder estando previamente inscritos.
Este nuevo espacio, que fue gestionado por el Programa Más Adultos Mayores Autovalentes y apoyado por el Alcalde de Puente Alto, Germán Codina, llega a acercar la cultura y a unirse a los talleres de huertos, manualidades, y literatura que les ofrecen, beneficiando a los cerca de 200 vecinos de la tercera edad que participan del programa y que en un inicio intercambiaban libros sin tener un espacio físico en donde ubicar una colección más amplia.
“Nuestros adultos mayores son un tema muy sensible porque son nuestra historia, nuestra experiencia y gracias a ustedes es lo que uno empieza a ser en la vida. Están en una etapa en la que tienen que disfrutar y exigir porque ustedes ya criaron, educaron y trabajaron, así que todos tenemos que hacernos cargo de acompañarlos y atenderlos dignamente haciendo el trabajo como debe ser, para que sean aún más felices”, expresó la Secretaria General de la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención de Menores, Daniela Torres, refiriéndose a este nuevo beneficio durante la inauguración.
Un punto importante, es que el Centro Bibliotecario de Puente Alto, también a cargo de la Corporación Municipal, colaborará en el fortalecimiento de este nuevo espacio mediante la implementación de un club de lectura, vinculación con los Bibliobuses que atienden en los Centros de Salud los días viernes, entre otros servicios, como material de difusión cultural, para así mantener el interés por preservar este espacio tan importante para los adultos mayores.
(Nota en edición impresa de sábado 5.1.19)
Padre Patricio López, vida al servicio del Señor
“La gente de Pirque vive con mucho fervor la fe, lo que es maravilloso”, afirma el Párroco de la Parroquia del Santísimo Sacramento.
Este 25 de diciembre al mediodía se llevó a cabo una especial y muy emotiva ceremonia religiosa en la Parroquia del Santísimo Sacramento de Pirque, pues se celebraron los 25 años de vida sacerdotal del Párroco Patricio López Santibáñez, quien recibió el cariño y los saludos de los feligreses de la comuna.
“Llevo 12 años en Pirque, y la verdad ha sido una experiencia maravillosa. La gente aquí es muy devota, y vive con mucho fervor la fe, pues hay muchas tradiciones que están arraigadas en la vida religiosa, como el canto a lo divino, el Vía Crucis de El Principal, que tiene más de 100 años, o la celebración de Cuasimodo, que se realiza en tres lugres por lo grande de la comuna”, indica el Padre.
Menor de 4 hermanos, nació y estudió en la ciudad de Valparaíso. Hijo de madre dueña de casa y padre auxiliar farmacéutico, cuenta que fue el primero en su familia en seguir “el camino del Señor”.
Sobre cómo nace su vocación religiosa, cuenta que su hermana participaba en la Parroquia de los 12 Apóstoles, la que se ubicaba cerca del actual Congreso Nacional. Es ahí que comienza como monaguillo a los 12 años, ayudando al Padre.
“El bichito del llamado de Dios nace un día que fueron unos seminaristas a contarnos sobre jornadas experimentales para jóvenes de 1º a 4 medio. Ahí es cuando el Señor me atrapó. Luego ya al salir del colegio, ingreso al Seminario San Rafael en 1985, lo que debió atrasarse un poco por el tema del terremoto”, recuerda.
Ya casi finalizando su curso seminarista, recibe un llamado del Obispo Orozimbo Fuenzalida, informando que se necesitaba clero para la nueva Diócesis de San Bernardo: es así como llega a la capital, y se ordena como sacerdote un el 25 de diciembre de 1993. “Mi primera parroquia fue la del Buen Pastor en el sector de El Castillo en La Pintana, donde estuve por 5 años, y luego el Obispo me envío a Calera de Tango, donde desarrollé funciones por 7 años y el 2006 llego finalmente a Pirque”.
EL RECUERDO DE SU MADRE
Respecto a la actividad que tomó lugar el 25 de diciembre, el religioso aún se muestra profundamente agradecido de las muestras de amor y gratitud hacia su persona que recibió en la jornada. “Uno vive para el Señor y para entregar compresión y ayuda a la gente. Ese día se efectuó una breve misa, para posteriormente compartir con la comunidad unos juguitos, tortas y cositas ricas para comer”, comenta.
La fecha también reviste un significado muy especial para el Padre Patricio, pues fue también un 25 de diciembre que falleció su madre. “Yo llevaba 10 años de cura. Tengo los mejores recuerdos, pues ella me acompañó mucho. Para mi es algo muy significativo, pues el Señor la llamó a su lado la misma fecha en que me ordené sacerdote, por lo que ambos celebramos juntos ese día”.
(Nota en edición impresa de sábado 5.1.19)
Ayuda a prevenir los incendios forestales en la Provincia
Durante el inicio del 2019 se están viviendo días con altas temperaturas, lo que es una condición propicia para la ocurrencia de incendios.
En nuestro país el 99% de los incendios forestales son causados por la acción humana, por descuido o en forma intencional, ya que la incidencia de la actividad volcánica o tormentas eléctricas es marginal como factor desencadenante de estos siniestros.
Es en este contexto que la Gobernadora de la Provincia Cordillera, Mireya Chocair, hace un llamado a los habitantes de las comunas de Puente Alto, Pirque y San José de Maipo, a evitar acciones riesgosas que puedan provocar un incendio.
“Le pido a ustedes y sus familias, el mayor de los cuidados en estos días, pues enfrentamos temperaturas por sobre los 34°, que sumado a los vientos y la baja humedad, nos exponen a sufrir incendios forestales en distintos puntos de la Provincia. La mayoría de los siniestros son a causa de alguna acción humana, por ello es que juntos podemos prevenirlos. Para el Gobierno es una prioridad proteger a sus familias y por supuesto sus hogares, así es que el llamado es a cuidar nuestras acciones y denunciar cualquier situación que pueda derivar en un incendio”, afirmó la autoridad provincial.
RECOMENDACIONES
– No arrojar colillas ni fósforos encendidos en áreas rurales.
– Si vives cerca de bosques o en el campo, mantén los alrededores de tu vivienda despejada de arbustos y desechos.
– No enciendas fogatas en zonas cercanas a pastizales o matorrales.
– No hagas asados en lugares prohibidos
– Los equipos de emergencia comunales, provinciales y regionales están coordinados para asistir a los habitantes, los canales de denuncia son los siguientes: CONAF 130 -BOMBEROS 132 – CARABINEROS 133 – PDI 134
(Nota en edición impresa de sábado 5.1.19)
Nuevo crimen a disparos se produce en población Carol Urzúa
Infernales balaceras marcaron la noche del miércoles al interior de la población Carol Urzúa de esta comuna, las que tendrían relación con un hecho inicial derivado de rencillas anteriores, vinculadas al tráfico de drogas. Una persona de 41 años resultó fallecida y los hechos están siendo investigados por el Ministerio Público y la Brigada de Homicidios de la PDI.
La situación quedó al descubierto poco después de las 23:40 horas, cuando hasta la Central de Comunicaciones (CENCO) de carabineros, comenzaron a caer llamadas que informaban de balaceras y de la presencia de un herido a bala en la vía pública.
Carros de la 20ª Comisaría de Puente Alto se dirigieron al lugar llegando a la intersección de calle Dos con avenida Eduardo Cordero. Efectivamente en el lugar estaba un hombre adulto tendido en la calzada y presentaba impactos balísticos.
Permanecía frente a la numeración 631 de la primera de las arterias y en una apreciación inicial de los efectivos policiales, tras la comprobación de signos vitales se consignó que no registraba ningún tipo de reacción.
El hombre tenía de manera visible una lesión por impacto de proyectil balístico a la altura del ojo izquierdo.
En el lugar se realizaron diversas diligencias de investigación logrando establecer la identidad de Ricardo Andrés Villota Castillo, de 41 años de edad, quien registraba antecedentes penales.
Al menos dos involucrados que participaron en el ataque se movilizaban en una motocicleta, que fue posteriormente recuperada por la policía.
(más antecedentes en edición impresa de mañana sábado)