Por más de dos décadas la puentealtina desempeñó funciones en la Federación Deportiva Nacional de Sordos de Chile, para luego dar un giro de 180° y tomar la decisión de emprender.
Desde hace ya 10 años que Úrsula Villagra se dedica a la confección de productos en vellón, “que es la lana de oveja sin hilar, que se trabaja con agujas especiales, las que se van cardando y así uno empieza a hacer figuras, por ejemplo”, según ella misma explica.
Pero antes de convertirse en una artesana y emprendedora, la puentealtina destacó por su trabajo en la Federación Deportiva Nacional de Sordos de Chile, organización de la cual fue una de sus fundadoras, en la cual desempeñó labores de secretaria.
“Ahí estuve por un periodo de 22 años. Recuerdo que mi primer contacto con una persona sorda fue en una imprenta, en la que trabajaba con mi marido, en la cual lo ayudé a capacitarse. De a poco comenzamos a comunicarnos, a través de señas, y de ahí pasé a ayudar a su club, que dio paso a una asociación y así finalmente llego a la Federación”, comenta.
Afirma que su labor en la Federación Deportiva Nacional de Sordos de Chile ha sido una de las “más lindas experiencias de su vida”, y que incluso en un momento, perdió el contacto con personas oyentes, puesto que se había acostumbrado demasiado a trabajar y socializar de forma diaria con personas sordas, así como a no escuchar sonidos en general.
“Aprendí el lenguaje de señas más ‘universal’ por así decirlo, fue un proceso de aprendizaje mutuo con ellos, y además el verlos sobresalir en eventos deportivos me llenaba de orgullo. Con ellos viajamos prácticamente por toda Sudamérica, y según tengo entendido, actualmente poseen como logro medalla de oro en kárate”.
Al cumplir 60 años, doña Úrsula decide abandonar la Federación, lo que si bien fue una difícil decisión, “sentía que la tecnología había ya avanzado mucho, en el sentido de hacer más ‘fácil’ su diario vivir, no dependiendo tanto de otra gente, y por otro lado, quería dedicarme a algo en que ocupara el tiempo para mi persona”.
NUEVO COMIENZO
Fue así como la mujer se acercó a talleres municipales de Puente Mujer, y tras dos intentos, pudo finalmente ingresar al que se enseñaba a confeccionar productos en vellón. Cuenta que comenzó “de a poquito”, pues la técnica no es nada de fácil, la que fue dominando el paso de los años.
“En un principio todo lo que confeccionaba lo compartía con gente cercana, no tenía un concepto de venta, así como la seguridad de que si estaba entregando un buen producto. Así es como llego a DIDECO presentando mi emprendimiento, donde lo revisaron, calificándome como artesana, lo que me ayudo a tomar capacitaciones y hacer crecer mi negocio”, sostiene.
En el stand de la artesana puentealtina, al momento de esta nota, era posible apreciar figuras patrimoniales como chinchineors, organilleros, mujeres mapuches, así como duendes, hadas y diversos animales, todos confeccionados en vellón, con un gran detalle, trabajo que ha diversificado ofreciendo a la vez aros, bufandas, gorros, ponchos, bolsos y cuadros. “Pueden seguirme en mi Instagram ‘Artesanía Cordillera’. Si les gusta algo, no duden en preguntarme”, concluye.