*Tras protagonizar el quíntuple homicidio de la Carol Urzúa, Rodrigo Castro Salas estuvo escondido en distintos lugares de la región.
*Así, el 6 de septiembre, fue recibido por una amiga que vive en un departamento en la comuna de El Monte.
*Aquí, el pistolero protagonizó otro hecho de violencia y donde fracturó las piernas de su última víctima con cinco balazos.
Tras disparar la noche del 8 de agosto al interior de un local de tragamonedas al interior de la población Carol Urzúa, donde mató a cinco vecinos, Rodrigo Jesús Castro Salas (26) escapó junto a su pistola “chipeada”.
A contar de ese momento, “El Rorro” era uno de los delincuentes más buscados del país junto a su cómplice Carlos Vargas Durán (26), conocido como “El Jalea”.
Todos en La Carol Urzúa sabían de la peligrosidad de este delincuente, quien antes de quitarle la vida a sus últimas cinco víctimas, ya había estado involucrado en a lo menos otros tres homicidios.
Tanto él como los policías estaban en una carrera contra el tiempo.
De esta forma, “El Rorro” llegó el 6 de septiembre al departamento de una vieja amiga, Evelyn Urrutia Marín, de 30 años, quien vive en la comuna de El Monte, en un departamento de los block que están en la avenida San Miguel, a la altura del 710.
Le dijo que necesitaba quedarse en su casa por algunos días ya que tenía problemas en Puente Alto.
Ese 6 de septiembre, fue el comienzo del fin para “El Rorro”.
NERVIOSO Y ARMADO
“El 6 de septiembre, como a las 20 horas, llegó “El Rorro” a mi casa con el fin de solicitarme quedarse por algunos días, ya que tenía unos ‘problemas’ en Puente Alto y nadie quería recibirlo; por lo que acepté, haciendo presente que se iría el martes 10 de septiembre”, relató Evelyn ante los funcionarios de la PDI.
De acuerdo a la mujer, desde que llegó se veía nervioso y miraba constantemente por la venta del departamento.
“El Rorro” no estaba tranquilo, era un hecho que caería tarde o temprano. Sin embargo, no se iba a dar por vencido tan fácilmente.
Por ello, nunca abandonó su pistola Glock con puntero láser y dos largos cargadores, los que acondicionó a través de un chip.
Sin embargo, Rodrigo Castro pensó que la mejor forma era no tener el arma consigo -si caía detenido- por lo que tras llegar a la casa de su amiga decidió pasar la Glock a una vecina de Evelyn, conocida como Paty.
Así por lo menos se evidenció y salió en defensa de su amiga Evelyn, quien sostuvo un altercado con vecinos de block.
“He matado policías, ando con chalecos antibalas, tengo Glock con chip, salgo en la tele, tengo compañeros, los voy a reventar a todos”, dijo “El Rorro” de acuerdo a una testigo.
Tras ello, la misma Evelyn mandó a su hijo de 8 años a buscar la pistola a la casa de la “tía Paty”.
Antes de este incidente, que fue el origen del último homicidio frustrado de El Rorro, su misma amiga Evelyn había disparado al aire con un arma de fuego, a fin de amedrentar a sus “enemigas” del block.
Este joven intentó calmar a la Evelyn gritándole: “va a llegar la yuta, querí mandarme en cana. Cálmate”. Pero la Evelyn no le hacía caso, “en ese instante llegó mi hermana de nombre Karla, quien comenzó a pelear con la Evelyn”.
“(…) Posteriormente el “hermano” de la Evelyn empezó a gritar que le pasarán las balas, por lo que el hijo de la mujer salió de un departamento con una bolsa transparente donde llevaba las balas, pasándole ésta al supuesto hermano”, relató a la policía Y.M.B.B (33).
EL RELATO DE LA ÚLTIMA VÍCTIMA
Raúl Fernando Alfaro Bustos, estaba en su casa almorzando la tarde del 9 de septiembre, cuando recibió el llamado de un amigo, quien le avisó que en el block donde vive su hermana estaba un sujeto disparando al aire.
Rápidamente se levantó de la mesa y partió raudo hasta el domicilio de su hermana de nombre Jocelyn.
“Una vez que llegué escuché a mi hermana Jocelyn que estaba peleando con la Evelyn en el tercer piso, por lo que subí rápido por las escaleras y mi pareja venía detrás. Casi al llegar al tercer piso sentí un sujeto gritar varios improperios, amenazando a todos con matarlos. Inmediatamente escuché una ráfaga de disparos, los que me llegaron en la parte posterior de mis dos piernas. Inmediatamente caí al suelo y mis familiares junto con vecinos me prestaron ayuda”, contó este hombre a los funcionarios de la PDI.
Tras recibir los disparos, Alfaro Busto fue trasladado hasta el Hospital de Talagante, para luego ser derivado al San Juan de Dios, donde fue operado de manera urgente para salvarle la vida.
“UNO MÁS, ME DA LO MISMO”
Juana Solis Cisternas es pareja de Raúl Fernando Alfaro Bustos, y fue testigo de cómo el hombre recibió los disparos y de cómo “El Rorro” amenazó a todos ese día 9 de septiembre en El Monte.
“Vi que la puerta de la Evelyn estaba abierta, escuchando desde el interior la voz de un hombre, quien gritó a viva voz: ‘me he piteado a cinco wueones, uno más me da lo mismo”. Seguido de esto, salió desde ese domicilio un sujeto de unos 25 años de edad (…) “quien tenía un arma de fuego en sus manos, con la cual apuntó hacia el tercer piso del block donde se encontraba el Raúl y disparó en muchas ocasiones, tipo ráfaga”, contó la mujer.
Otro de los testigos claves de este hecho fue M.J.R.Ñ (34) quien es ex pareja de la Jocelyn, quien protagonizó la pelea con Evelyn Urrutia María, situación que fue lo que gatilló la participación de “El Rorro”.
“El Rorro se estaba paseando con la pistola en la mano fuera del departamento de la Evelyn. Cuando comenzó la pelea de las mujeres, yo me metí a separarlas y vi que “El Rorro” disparó una ráfaga, como una ametralladora, donde estábamos nosotros. Luego se escondió y salió del departamento de la Evelyn y disparó de nuevo. En ese instante solo atiné a tirarme al suelo”, detalló M.J.R.Ñ.
Este testigo agregó: “Luego comenzaron los gritos y vi a Fernando con sus piernas llenas de sangre, además de “El Rorro” corriendo hacia el block colindando y luego a la cancha”.
Desde ese momento, los días para “El Rorro” estaban contados, ya que la policía reforzó su búsqueda, más cuando casi había asesinado a otra persona.
UN TIPO PELIGROSO
Marcelo Duque, fiscal que comenzó la indagación por este hecho de El Monte, calificó a “El Rorro” como un hombre de alta peligrosidad. “Este sujeto ha asesinado a siete personas”, expresó.
“Si sacamos las cuentas este sujeto ha asesinado a 7 personas y ha intentado de asesinar o dejar grave a otras 3”, comentó el fiscal Duque.
El persecutor, también se mostró sorprendido por el arma que portaba “El Rorro”.
“Es un arma que él aprieta el gatillo y sale una ráfaga. Es decir, es una pistola hecha metralleta. Los elementos balísticos encontrados en El Monte en comparación con los encontrados en Puente Alto habrían sido disparados por la misma arma”.
El resto de la historia es conocida. “El Rorro” fue detenido el 12 de septiembre en Renca, donde intentó saltar de un segundo piso para evadir a la policía.
Pero ya no tenía más escapatoria ni posibilidades de usar el arma. Los días de violencia y muerte de “El Rorro” habían culminado.
(Nota y fotografías en edición impresa de sábado 23.9.19)