El importante operativo de la PDI logró el arresto de 11 personas involucradas en comercio ilícito de pirotecnia.
¿Qué pasó?
Durante esta jornada, un operativo policial desarrollado por la Policía de Investigaciones (PDI), logró desbaratar una organización delictual dedicada a la venta de fuegos artificiales, cuyos principales clientes eran narcotraficantes y las temidas barras bravas de clubes deportivos.
La Brigada de Crimen Organizado de la Policía de Investigaciones lideró la intervención de diversos domicilios ubicados en la Región Metropolitana, permitiendo la detención de al menos 11 personas. Los delitos que se les imputan son infracción a la Ley de Armas, asociación ilícita y lavado de activos.
Uno de los detenidos en estos operativos es Domingo Jalil, quien es catalogado como uno de los mayores proveedores de pirotecnia del país. El nombre de esta persona, a principios de año, apareció vinculado al “caso joyas”, investigación respecto a la venta y compra de relojes robados donde también estaba en la carpeta el marido de una famosa animadora chilena, Marco Antonio López, más conocido como “Parived”.
Más de siete toneladas de fuegos de artificio
“Se ha logrado levantar diversas evidencias que han logrado sustentar las órdenes de detención. Dentro de ellas, hay incautaciones por más de siete toneladas de fuegos artificiales, que vienen en investigaciones de un año”, precisó el subprefecto Héctor Huenante Urzúa, jefe subrogante de la Brigada de Crimen Organizado.
El fiscal Sergio Soto, jefe de la Fiscalía Criminal y Focos Investigativos de la Fiscalía Metropolitana Occidente, detalló que la investigación comenzó en septiembre de 2021, fecha en la que se logró la incautación más grande. El cabecilla del grupo era “un importante empresario que tiene su trabajo en (Barrio) Meiggs”
“Procedía a revenderlas, ligadas a clubes de fútbol como a grupos organizados delictuales que lo usaban para manifestar su poder en sus respectivos territorios”.
¿Cómo se ejercía la comercialización?
La cúpula, encargada de la importación, almacenamiento y distribución de fuegos artificiales, también fue desbaratada. Los antecedentes, agregó Soto, fuero “concretos, claros y categóricos que esta persona proveía a vendedores minoristas”
La organización era conocida en el mundo del hampa. Los contactos para la venta se hacían principalmente vía telefónica, para luego de establecer valores y entregarlos en una parcela de la RM, lugar donde se almacenaba el material.
los entregaban en una parcelaTras la concreción de valores y cantidades, se juntaban en una parcela de la región Metropolitana, donde se almacenaban los fuegos artificiales.
A tal punto llegan las pruebas de la fiscalía, que “se efectuaron compras acreditadas utilizando la figura del agente revelador”. Esa acreditación ocurrió el 10 de septiembre pasado.