La calidad de vida también se mide por la salud mental de nuestros adultos mayores, que es un potente protector contra enfermedades
No cabe duda que nuestro país se ha envejecido y está en un proceso de envejecimiento muy rápido.
Este fenómeno es desafiante, especialmente para tratar aspectos sociosanitario de la salud mental, ya que están relacionadas al impacto familiar y económico, que requieren de respuestas integrales de la sociedad en su conjunto.
El Ministerio de Salud definió la Salud Mental como “la capacidad de las personas para interactuar entre sí y con el medio ambiente, de modo de promover el bienestar subjetivo, el desarrollo y uso óptimo de sus potencialidades psicológicas, cognitivas, afectivas y relacionales, el logro de sus metas individuales y colectivas, en concordancia con la justicia y el bien común”.
De acuerdo a la encuesta de Calidad de Vida (2017) la salud mental tiene un impacto enorme en los adultos mayores.
Este estudio, que se aplicó en 10 años, revela que hay un aumento de la satisfacción vital referida por las personas
mayores entre los años 2007 y 2016 desde 56,5% a 72,3%.
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