Por más de 35 años se ha dedicado a la venta conectores, adaptadores y repuestos para audio y televisión en el centro puentealtino.
No es fácil estar detrás de un mostrador por más de tres décadas, pero cuando hay pasión por lo que se hace la vida parece, al parecer, ser más llevadera.
Alfredo Soto Silva, dice tener unos 85 años. No sabe con certeza su edad, aunque al contestar especula un poco y no quiere revelar lo que parece un secreto bien guardado.
Es el dueño de Servitec, tienda dedica a la venta de artículos de audio, televisión y electricidad que se ha mantenido con los años en el radio céntrico de la ciudad.
Comenzó Alfredo en este rubro luego de estudiar electrotécnico en Argentina, donde vivió un par de años junto a su familia.
“Allá estudié y me recibí. Siempre me gustó la electrónica y trabajar de manera independiente”, contó a PALD este experimentado comerciante.
Si bien pudo realizar su vida en el país trasandino, fue su madre la que obligó a todo el núcleo familiar a regresar a Chile.
“Ella extrañaba mucho Chile. La tierra tiró y nos vinimos todos para acá”, recuerda Alfredo.
Este puentealtino, está todos los días detrás del mostrador de su local donde los clientes llegan, muchas veces consultando por un “coso” para una “cosa”.
Sin embargo, para despejar estas dudas está Eva Díaz, quien lleva más de 25 años como trabajadora y especialista en conectores y adaptadores.
“Ella es mi mano derecha. Lleva muchos años conmigo”, dice Alfredo.
El tradicional locatario, estuvo atendiendo primero en un local de Santa Josefina, luego pasó a Balmaceda para finalmente recalar en Concha y Toro.
“Siempre he tenido clientes fieles. Mucha gente viene por años acá porque encuentra lo en otros lugares no hay o no existen. Acá tenemos de todo”, dice con orgullo este electrotécnico.
Y es así.
En el rato que PALD estuvo entrevistando Alfredo no menos de 10 personas llegaron a la tienda a consultar por repuestos para antenas, cargadores o repuestos para equipos de audio.
Y es que el local está conformado a la antigua usanza, con más de cien cajoneras que guardan pequeños artículos, hasta cables y perillas de todo tipo y tamaño.
Su tienda es como retroceder 30 años, ya que parece que todo no ha sido cambiado nunca.
Bien lo sabe Alfredo y Eva, quien a una sola pregunta de un cliente ya conocen el lugar o cajón donde está aquel artículo o aparato solicitado.
“Acá tenemos de todo. No sé cuántos productos tenemos, pero cada vez que la gente llega y pregunta siempre hay una respuesta o solución. Es muy raro que no tengamos un producto”, asegura Alfredo Soto.
Como electrotécnico hizo muchas reparaciones de radio y televisión, labor que dejó con el paso del tiempo.
Alfredo, el hombre de los bigotes frondosos, dice que no se irá de este local y que seguirá detrás del mostrador a la espera de una consulta técnica, aunque lo más frecuente es si tiene un “coso para una cosa”.