En conversación con PALD, Jeremías Medina ahondó también en las labores que ha desarrollado en sus casi 9 meses a cargo de la ONAR.
Uno de los derechos más afectados durante la crisis de la pandemia ha sido el de derecho a la libertad de religión y de culto. En el caso de Chile, en que diversas comunas del país se encuentran en Fase 3 desde el 15 de julio, se han flexibilizado las medias para que los fieles puedan congregarse y manifestar su fe.
En Preparación -fase en que se encuentra actualmente toda la región metropolitana- en lo que respecta a los cultos religiosos, se pueden reunir, de lunes a domingo, 100 personas en lugares cerrados, manteniendo los estándares de ventilación establecidos y 500 personas en lugares cerrados, si todos tienen pase de movilidad e igualmente manteniendo los estándares de ventilación; y 200 personas en lugares abiertos y 1000 personas en lugres abiertos si todos cuentas con pase movilidad habilitado.
Jeremías Medina, Director de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR), quien asumió en octubre de año pasado, señala a PALD que ha sido un tremendo desafío ejercer su cargo en pandemia. “Pese a este contexto, con cada una de las Iglesias hemos tenido una constante comunicación. En este sentido quiero destacar su tremenda labor, pues han desarrollado un trabajo espiritual y social, estando al lado de quienes lo han pasado mal. Es por esto que hemos establecido estas medidas en el plan paso a paso, las cuales hemos ido trabajando con las distintas congregaciones religiosas, escuchando sus peticiones e inquietudes”
En conversación con PALD, Jeremías Medina ahondó también en las labores que ha desarrollado en sus casi 9 meses a cargo de la ONAR.
Revisa entrevista completa en nuestra edición digital: