La exposición temprana o prolongada a los dispositivos electrónicos puede poner en riesgo la salud de los niños. Para evitar esto, expertos de diferentes clínicas y centros de salud entregan ideas atractivas para disfrutar esta época estival.
Las pantallas se han transformado en el mayor pasatiempo de los niños. Sin importar la época del año, consolas, computadores o celulares son algunas de las que han provocado la disminución de la sociabilidad de los niños, propiciando el sedentarismo, el sobrepeso y exponiéndolos a consecuencias que podrían sufrir a largo plazo. Para evitar que esto ocurra en las vacaciones de verano, Karina Navarro, psicóloga de Vidaintegra, entrega los siguientes consejos:
- Planificar una rutina diaria: “Hacer actividades, como paseos a la plaza, invitar o ir a casa de amistades, cocinar con ellos lo que les guste, andar en bicicleta, incorporar lectura libre o repaso de algunas materias débiles por unos 15 a 20 minutos diarios”, recomienda Karina Navarro.
- Limitar el tiempo frente a las pantallas, tener control y claridad sobre lo que juega o hace en ellas para poder mediar. “El tiempo de exposición no debe superar 1 hora. Si se trata de un adolescente, se sugiere 2 horas si es solo juego”, afirma la especialista de Vidaintegra.
3-Aprovechar el tiempo para compartir en familia. “Construir un sentido de pertenencia es vital en la niñez y en la adolescencia. Una manera de hacerlo es viendo fotos y videos familiares, y visitando parientes. Esto, además, evitará el aislamiento de los menores en sus dormitorios”, señala la profesional.
- Invitarlos a nuestros juegos. Para la psicóloga, la mayoría son beneficiosos, porque pueden estimular de diferente forma a los menores, “los individuales hacen que se esfuercen más, ya que solo dependerá de ellos ganar o no, mientras que los grupales ayudan a sociabilizar y a aprender a trabajar en equipo”, aclara. Sin embargo, no todos los juegos de adultos son recomendables. “Los ideales son aquellos en que participa toda la familia, como las cartas, el dominó o el Monopoly, ya que estimulan el desarrollo cognitivo, pero siempre con los padres presentes y sin apostar”, concluye.
Riesgos de exposición a pantallas
La exposición temprana o prolongada a pantallas puede tener consecuencias neurológicas, psicológicas y hasta oftalmológicas. Por esto, la Organización Mundial de la Salud recomienda no exponer a niños menores de un año a ningún tipo de dispositivo electrónico y que entre los 2 y 5 años, no excedan la hora diaria.
Según Bretta Palma, orientadora y psicopedagoga de Clínica Santa María, cuando el niño se expone de manera excesiva a las pantallas, se introduce en un círculo de recompensa por la dopamina. “La evidencia científica señala que entre más dopamina tenga un niño, mayor es la probabilidad de que se transformen en personas miedosas, estresadas e, incluso, durante la adolescencia, podría poner en riesgo su vida”, sostiene Palma.
Otro efecto negativo de la sobreexposición es el decrecimiento de la calidad del sueño debido a alteraciones de la dopamina, su hormona reguladora. “La luz que emiten los artefactos electrónicos hacen que el cerebro piense que estamos de día, a pesar de que es de noche, y dificulta tener un sueño de buena calidad”, asegura la Dra. Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Vespucio.
“A nivel ocular, se demostró en estudios en ratas que las ondas emitidas por las pantallas LED afectan las células de la retina, produciendo daño visual a largo plazo. Asimismo, cuando los niños están expuestos a pantallas (tablets y celular) de cerca por muchas horas, hay un aumento de la acomodación y la convergencia acomodativa a nivel ocular (proceso que ocurre para lograr enfocar las imágenes de cerca); pudiendo producir falsas miopías y estrabismo convergente, lo cual se manifestaría con visión borrosa”, explica la Dra. Emilia Giobellina, oftalmóloga de Clínica Dávila.
El Dr. Andrés Díaz, oftalmólogo de Clínica Ciudad del Mar, sostiene que los estudios preliminares demuestran que se produce daño por la radiación emitida por las pantallas, en diferentes tejidos del ojo: “Aunque no hay estudios actuales que nos recomienden el uso apropiado de ellas, o que justifiquen el uso de filtros en los anteojos, esperamos en el mediano plazo contar con ellos. Mientras tanto, la recomendación actual sería limitar su uso, especialmente en los niños más pequeños”.
Por otro lado, el uso excesivo de consolas, celulares o computadores puede instigar adicciones y, según la Dra. Ana María Bravo, pediatra de Help, hasta podría producir un retraso en el lenguaje por la disminución de la necesidad de comunicarse. “El uso de todo tipo de pantallas en los niños es bastante nocivo, porque, si bien los mantiene tranquilos, es un ente que cautiva al niño y produce una relación unidireccional, ya que el menor no está relacionándose con nadie y no está desarrollando ninguna habilidad”, sostiene la especialista.