El joven venezolano, junto a su pareja Marisel, ofrece sus refrescantes productos en la Feria Grande de Puente Alto.
Hace cinco años que Erick Jiménez decidió abandonar a su natal Venezuela para buscar una mejor calidad de vida en nuestro país. El joven llegó a Puente Alto, en donde comenzó a trabajar en una ferretería, lugar en que empezó de esta forma a compenetrarse de la cultura e idiosincrasia chilena.
Al paso del tiempo conoció a Marisel Findley, con quien unió una relación, quien hoy es su esposa. “Tuvimos la idea de dedicarnos al comercio de forma independiente, probando suerte en la venta callejera. En la ferretería estuve tres años, y luego de eso empezamos con un puesto de pizzas, con un carrito. Nos ubicábamos en la esquina de la Farmacia Roubillard, de 18 hasta las 12 horas. La verdad no nos fue muy bien”, se lamenta Jiménez.
Marisel, quien es parte de una familia de tradición feriante, cuenta que tuvo la idea de cambiar de rubro, comentándoselo a Erick. “Creía que la venta de jugos naturales sería un buen negocio, con productos naturales, frescos. Partimos con un carrito pero fue difícil, más que nada por el tema de los permisos, más complicado aún por la nacionalidad de Erick… Así que mi madre, que trabaja en la feria, nos cedió gentilmente un espacio en su puesto. Yo antes vendía verduras y frutas, así que ya tenía la experiencia necesaria. Erick ejecutó al idea, le dimos no más para adelante, con una juguera vieja que teníamos en la casa”.
Jugos de frutas con una variada oferta de sabores, así como batidos y granizados son los productos que Erick junto a su señora ofrecen a su distinguida clientela en la Feria Grande. Son los mismos caseros quienes las eligen, teniendo la opción de agregar otros ingredientes como chía, avena, maca negra, quínoa o coco rallado (dependiendo del pedido). Con su emprendimiento familiar ya llevan más de dos años, con muy buenos resultados, por lo que ambos están bastante contentos.
“¿CÓMO SE LLAMA?”
Con el pasar del tiempo, y aún sin un nombre “oficial” para su negocio, Erick cuenta que un día en una reunión del sindicato de la Feria Grande de Puente Alto, sus compañeros al referirse a él, decían: “el venezolano… ¿cómo se llama? ese po’, el weón de los jugos”, al no saber aún su nombre.
“La verdad lo encontré muy chistoso, no lo tomé mal para nada, pues no encuentro que sea un insulto. Ya quede así y me lo dicen de cariño de hecho”, dice entre risas. “Tanto así, que adoptamos el nombre. Ya tiene el letrero en el puesto, ¡y a los clientes les gusta mucho!”, agrega.
En estos momentos, al “weón de los jugos” puede encontrarlo los días sábados en José Luis Coo con Santa Elena y los domingos en Arturo Prat con Ejército Libertador, en horario de 8.30 de la mañana hasta las 16 horas. “Por el tema contingencia estamos funcionando solo los fines de semana. ¡Los invito a conocernos, a que prueben un rico jugo natural, un energizante batido o un refrescante granizado, ideal para estos días. Serán muy bien atendidos”, afirma Jiménez.