El historial criminal del delincuente sindicado como el autor de la masacre de la población Carol Urzúa es peligrosamente nutrido y desde el 8 de enero de este año ya pesaba una orden de aprehensión por el delito de homicidio en la villa El Refugio, a la que se sumó un segundo requerimiento judicial de mediados del mes de julio por un delito de la misma naturaleza ocurrido en la villa La Frontera.
PRIMER CRIMEN
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso “Puente Alto al Día”, el primero de los hechos se remonta al día jueves 13 de diciembre de 2018. Esa noche, poco antes de las 23:00 horas, vecinos de avenida Eduardo Cordero con el pasaje Osvaldo Ojeda, habían escuchado disparos, constatando que a consecuencia de los mismos había caído un hombre joven, quien mantenía una herida sangrante en la cabeza.
Los hechos fueron denunciados a carabineros, lo que acudieron al lugar, constatando que la persona lesionada no se encontraba en el lugar, siendo los pobladores quienes confirmaron el hecho de sangre, al tiempo que informaron que la víctima tenía domicilio en el pasaje.
Según se supo, el afectado fue requerido por un desconocido, acudiendo a la señalada esquina. A los segundos se escucharon disparos y Felipe Herrera Gutiérrez, de 22 años, cayó gravemente herido. Ingresó con vida al Hospital, pero la lesión en el cráneo no era compatible con la vida, por lo que se precipitó su muerte.
La investigación desarrollada por la PDI apuntó a la participación del “Roro”, por lo que desde el 8 de enero pesaba una orden de detención.
SEGUNDO CRIMEN
El segundo delito de homicidio por el que es investigado “El Roro” ocurrió el 15 de Julio de 2018 cuando entre las 00:00 y las 03:00 horas aproximadamente, en la intersección de las calles Icalma con Paqui de esta comuna, el imputado Rodrigo Fernando De Jesus Castro Salas le efectuó disparos a Oscar Pelayo San Martín, quien a consecuencia de lo anterior falleció producto de “traumático torácico por proyectil balístico único”.
Producto de la declaración de al menos cuatro testigos, el día 16 de Julio se ordenó la detención del “Roro”. Uno de estos, familiar del fallecido, conocía de antemano al imputado y lo individualizó como el autor de los disparos que provocaron el deceso de la víctima, “razón por la cual se resolvió como se hizo, haciendo lugar a la orden de detención y asimismo a la entrada y registro y exámenes corporales en caso de ser habido”, lo que no se concretó volviendo este jueves a ser protagonista de uno de los hechos más cruentos, con características de venganza, del que se tenga registro en la historia policial chilena.
Cabe señalar que en este caso también se busca a su cuñado Carlos Vargas, “El Carloncho” o “El Jalea”, a quien también se sitúa en el lugar de los hechos.